De la cita de Cospedal a la dislexia de Pedro Sánchez
Expertos en historia y literatura griega continúan rastreando, hasta ahora sin éxito, de dónde sacó María Dolores de Cospedal la, según ella, "conocida frase" griega que dice: "Cuando los dioses quieren castigar a los pueblos les mandan reyes jóvenes".
Y se busca al asesor o al experto que incluyó dicho párrafo en la intervención de la presidenta de Castilla-La Mancha. Un nombre que también se desconoce hasta el momento, sin que, mientras, hayan circulado noticias de ningún cese.
La expresión fue, por otro lado, bastante desafortunada. La secretaria general del PP pretendía descalificar a los jóvenes líderes de formaciones emergentes, como Podemos y Ciudadanos, pero no son pocos los que han puesto el acento en que este país, España, tiene precisamente eso, un rey joven. Que se llama Felipe VI.
Por lo visto, el recurso a nuestro antepasados griegos va a ponerse de moda entre los políticos. Al menos también en el caso de Pedro Sánchez, secretario general del otro gran partido, el PSOE.
Nada menos que a Catón recurrió, para intentar recoser el roto que se hizo a sí mismo cuando, en el Pleno del Congreso, votó sí a la iniciativa del PP que ha modificado la legislación sobre aborto en lo relativo al necesario permiso paterno para las niñas de 16 años.
En los pasillos de la cámara, Pedro Sánchez intentó zanjar su garrafal fallo con esta frase: "Como decía Catón, puedo perdonar los errores ajenos pero no los propios". Por cierto que, si no se perdonara a sí mismo, entonces debería aplicar las normas internas del Grupo Socialista e imponerse la tradicional multa por romper la disciplina de voto.
La equivocación del joven líder socialista ha motivado también algunas especulaciones en las tertulias sobre la causa del fallo. Se descartó la hipótesis de que el sistema de votación del Congreso resulte especialmente complicado, con el argumento, lleno de ironía, de que no puede ser tan difícil cuando los diputados lo consiguen utilizar...
Otro enfoque ha sido que, puesto que los colores de los botones para el sí y el no son verde y rojo, tal vez Sánchez podría ser daltónico, dato que no se ha confirmado. Y no ha faltado quien apuntaba incluso a una posible dislexia del diputado, por la cual, queriendo oprimir el pulsador correcto, en realidad lo que hizo fue apoyar el dedo en el de al lado.
Pero, al final, más bien habría que atribuirlo a un caso de verdadera mala suerte para Sánchez. Porque, puestos a marrar y votar con sus rivales del PP, y celebrándose tantas votaciones en la Cámara, que el lapsus tenga que ocurrir precisamente con el aborto...
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