José Apezarena

¡Hay que dejar hablar más a los chicos de Podemos!

Un veterano periodista, que trabajó en el equipo de comunicación del PP a finales de los años ochenta, me contó, con todo detalle, cómo unos cuantos dirigentes del partido conspiraron contra el entonces presidente, Antonio Hernández Mancha, hasta conseguir despeñarlo y que abandonara.

De acuerdo con su relato, el sistema para eliminar a Hernández Mancha se basó en el principio de que había que animarle a hablar públicamente el máximo posible, porque en esas ocasiones actuaba con tan escaso acierto que él mismo se iba hundiendo, desde el punto de vista de la imagen y valoración.

Tal fue, al menos, el razonamiento que se hicieron los conspiradores. Y el sistema para acelerar el proceso fue montar al entonces presidente todo tipo de comparecencias y ruedas de prensa, aquí y allá, con motivo y sin motivo. Y, según las confesiones del colega periodista, con ese procedimiento consiguieron el objetivo de descabalgar el presidente. Les duró en el cargo menos de dos años, de 1987 a 1989.

En ese orden de cosas, si yo fuera alguna de las formaciones rivales procuraría por todos los medios que los dirigentes de Podemos, sobre todo los de segundo y tercer nivel, hablen lo más posible. Que ofrezcan ruedas de prensa, se sometan a preguntas en público, acudan a las televisiones y las radios, sean entrevistados... porque es seguro que darán muchos y buenos titulares. Con inmediatas repercusiones, en principio comprometidas, en la valoración y apoyo popular.

Ahí está el último caso, el de Begoña Gutiérrez, secretaria general de Podemos en Sevilla y candidata a la alcaldía, que la ha armado buena con sus declaraciones cuestionando la continuidad de la Semana Santa. ¡No es moco de pavo!

Dadas sus procedencias, sin duda, la mayoría de dirigentes de Podemos se posicionan en contra de cualquier manifestación religiosa, incluida la archifamosa Semana Santa sevillana. Y, si les fuera alcanzable, hasta las suprimirían todas. Lo que ocurre es que tal objetivo es, políticamente hablando, un gran despropósito porque, entre otras cosas, les privaría de un elevado número de votos.

Se comprende el temor de Pablo Iglesias a concurrir de verdad a las elecciones municipales, porque supone poner en circulación a varios miles de candidatos por toda España. Y, en un colectivo tan numeroso, y sobre todo que no ha podido ser chequeado con garantías, abundarán las salidas de tono, los despropósitos y hasta las tonterías. Como ha ocurrido con el caso de la Semana Santa de Sevilla.

Lo dicho, ¡que hablen todo lo posible los candidatos de Podemos! Porque, además, conoceremos los propósito ocultos, los de verdad, esos que políticamente no conviene revelar pero que están en el diseño de sociedad que desean implantar.

editor@elconfidencialdigital.com

 

Twitter: @JoseApezarena

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