La excepción de Galicia

Escuché ayer a Alberto Núñez Feijoo, en uno de esos desayunos políticos que se celebran en Madrid. Y me pareció relevante lo que expuso.

En síntesis, vino a expresar que Galicia es la única ‘normal’ de las tres comunidades consideradas históricas por la Constitución.

No dominan allí los extremismos nacionalistas, ni el ensalzamiento de hecho diferencial conduce a posiciones secesionistas, España no es vista como un enemigo, la lengua gallega convive pacíficamente con el castellano…

Por eso, habló de una “autonomía amigable” y de una “autonomía sosegada”.

Además de sostener que España no está ahora para debates identitarios, y de explicar que Galicia tiene identidad pero no vive un problema de identidad, dejó bien claro que los gallegos no persiguen ser más que los demás pero tampoco quieren ser menos.

Otro aspecto relevante de la intervención fue el repaso a la situación económica de aquella tierra: Galicia tiene menos paro, menos déficit y menos deuda que la media de las Comunidades Autónomas.

Y, en contraste con las dificultades de Cataluña y de otras regiones, Galicia no ha pedido ni un euro al Estado. No solicitó dinero para pagar a proveedores, no ha recurrido al Fondo de Liquidez Autonómica…

Lógicamente, detrás de ese panorama se esconde una atinada gestión económica desarrollada por el equipo que preside Núñez Feijoo.

El presidente gallego mostró además talante, cintura y hasta retranca a la hora de responder a las preguntas. Y una cabeza bastante clara.

 

A la vista de todo ello, no es difícil pronosticar que se trata de un personaje con mucho futuro. Y, si no, al tiempo. Aunque antes tendrá que ganar las elecciones del 21 de octubre y revalidar la presidencia de la Xunta, porque si no...

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

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