Que no me juzgue un jurado

El juicio en Córdoba contra José Bretón, acusado de haber matado a sus hijos Jose y Rut, se está desarrollando por el procedimiento del jurado, tal como marca la legislación actual para este tipo de delitos.

La evidencia de que los integrantes del jurado no son expertos en derecho, sumado a la circunstancia inevitable de que conozcan, por supuesto, todo lo que se ha publicado sobre el caso y se hayan visto impactados por un drama de esas características, plantea la cuestión de su idoneidad para entender y decidir en asunto tan grave.

La implantación del jurado en España, una práctica totalmente ajena a nuestra tradición judicial, fue una imposición ideológica desde la izquierda, fundamentada en la desconfianza de esos sectores hacia la judicatura ‘tradicional’ y por tanto supuestamente de derechas.

Se tardó bastante en implantar, se ha hecho con precauciones, y la realidad es que el procedimiento del jurado no acaba de convencer, frente a los profesionales del Derecho, conocedores de la ley y con años de experiencia en el ejercicio de su función.

Casos lamentables como la condena a Rocío Wanninkhof y la absolución del etarra Mikel Otegi, que mató a dos ertzainas, ambos por sendos jurados, no han ayudado precisamente al prestigio de esa institución judicial.

He escuchado ya a muchas personas, gente de criterio y también con sentido común, comentar: “A mí, que no me juzgue un jurado”. Y les entiendo.

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

 
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