José Apezarena

Quién para la lluvia de basura que cae sobre el PP

Resulta bastante difícil recopilar y resumir la colección de problemas que han vuelto a caer, de pronto, todos juntos y como un torbellino, sobre el Partido Popular a propósito de la corrupción y de asuntos colaterales, cuando todavía no se habían apagado los ecos del escándalo de Murcia y el cese del presidente autonómico, y cuando siguen apareciendo informaciones sobre los dineros y negocios de Rodrigo Rato.

El "caso Canal", con una larga serie de detenciones encabezadas por Ignacio González. La consiguiente dimisión de la que fuera regional del PP, presidenta de la Comunidad y hasta ahora portavoz en el Ayuntamiento. Las investigaciones sobre la financiación del partido en Madrid, incluyendo sobornos y mordidas de conocidos empresarios, varios de ellos ya imputados. La investigación del fiscal a la delegada del Gobierno, Concepción Dancausa. La querella de anticorrupción contra el despacho que fundó Cristóbal Montoro...

A todo lo cual hay que añadir la visita del hermano de González al secretario de Estado de Interior, junto con las crecientes dudas sembradas sobre intervenciones del Ejecutivo para tratar de mediatizar a jueces y fiscales, las sospechas lanzadas contra el ministro de Justicia, el Fiscal General del Estado, el fiscal anticorrupción...

Un suma y sigue de escándalos que, además, no se sabe ni cuándo ni cómo acabará, y que ha dejado tiritando, paralizado, al primer partido del país. Y, con ello, amenazada la propia pervivencia del Gobierno que preside Mariano Rajoy.

A propósito de esa tormenta de noticias oscuras, el socio de Gobierno, el que propició la investidura de Mariano Rajoy, Ciudadanos, empieza a hablar de "caso PP". No de brotes de corrupción aislados aunque muy numerosos, sino de un problema radical y sistémico: el de un partido corrompido, corrupto en sí mismo.

A los socios se les nota muy incómodos con esa alianza, lo cual empieza a arrojar sombras imprevistas sobre un objetivo que parecía conseguido: los Presupuestos Generales del Estado de 2016, que pueden estar en el aire. Con las intensas consecuencias políticas que ello provocaría, incluyendo la inestabilidad del Gobierno, la subsiguiente perspectiva de unas elecciones anticipadas...

Del mismo modo, a los socios les va a resulta muy difícil a partir de ahora votar iniciativas legislativas y proyectos de ley de la mano del PP, lo que augura, para lo que quede de legislatura, un escenario de inactividad parlamentaria y de vacío regulador.

Como ya he escrito en otro momento, una suma de malaventuras y desgracias que es lo peor que le puede pasar a este país precisamente cuando empezábamos a levantar la cabeza.

El PP no consigue dominar el escenario, en el que no existe garantía alguna de que no se repitan nuevas torrenteras como la que ha ido cayendo estos días. Como un boxeador sonado, escondido en la esquina del cuadrilátero, se limita al parcheo, a intentar apagar fuegos aislados, sin afrontar con decisión, radicalmente, su problema de fondo. Para demostrar que no se trata de los que los socios de Ciudadanos califican de mal sistémico y constitutivo.

 

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

Portada
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato