José Apezarena

La mano derecha de Patxi López

Un delicado juego de equilibrios ha sido necesario para cerrar la nueva composición de la Mesa del Congreso de los Diputados, en la que el PP tendrá tres asientos, dos el PSOE (la presidencia y una vicepresidencia) y dos cada uno Ciudadanos y Podemos.

Aunque los populares no logran los cuatro puestos que planteaban inicialmente, podrán conseguir mayorías (cinco votos) sumando en su caso los dos de Ciudadanos, su potencial aliado para alcanzar el Gobierno.

Los socialistas han logrado colocar a Patxi López como presidente gracias a la negociación con Ciudadanos, un acuerdo al que también se sumó el PP.

Así, hoy se constituye un Congreso de los Diputados inédito, dada la gran fragmentación de representaciones, que por el momento deviene ya en la inexistencia de una mayoría de Gobierno cuya consecución resultará muy trabajosa.

Una Cámara tan fraccionada, y con presencia de actores novatos como Podemos y Ciudadanos, requerirá especial habilidad por parte del Presidente. También porque, aparte, por supuesto, de querer controlar al nuevo Gobierno, todos los grupos, salvo el PP, se proponen abordar una reforma profunda del reglamento de la Cámara.

Como curiosidad, hay que notar que los partidos se muestran partidarios de cambiar esas reglas, pero solo cuando se hallan en la oposición. Entonces, todos proponen modificaciones, principalmente dirigidas al control del Ejecutivo de turno. Pero, cuando cualquiera de esas formaciones llega al Gobierno, se olvida de las reformas que lanzó estando en la oposición. Ocurre a nivel nacional, pero también en los parlamentos autonómicos.

El Gobierno que salga de las próximas negociaciones va a encontrarse con un Congreso en el que su partido no tendrá mayoría. Ni el PP ni el PSOE se hallan en esa situación, por lo que habrán de sudar la gota gorda para sobrevivir a una Cámara en contra.

Por lo que hace al nuevo presidente, Patxi López deberá hacer gala de una conveniente mano... derecha, puesto que lo de mano izquierda (que es la expresión tradicional que se suele utilizar) se le supone.

Habrá que ver cuáles son sus capacidades en tan delicado cargo. Siempre ha sido persona de talante dialogante, pero están más en discusión sus habilidades como gestor. Por eso no faltan quienes, como Víctor de la Serna, han recordado negativamente su paso por la Lehendakaritza. En un tuit, Víctor ha dejado escrito: "Patxi Nadie era su apodo cuando mandaba (o algo así) en el País Vasco. Es que no hay como ser tonto útil en España".

 

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

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