Un peligroso toro para los socialistas
El Congreso ha dado el visto bueno a la Iniciativa Legislativa Popular para que las corridas de toros sean declaradas bien de interés cultural, que se tramitará y debatirá hasta que acabe convertida en ley de aplicación a todo el territorio español.
La ILP, lanzada por la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña y que había conseguido 600.000 firmas, persigue revocar la prohibición de las corridas de toros aprobada por el Parlamento catalán en 2010 y puesta en marcha en 2012.
En esa votación, que salió adelante con los votos de PP, UPyD, UPN y Foro Asturias, los socialistas optaron por la abstención.
El portavoz del PSOE, José Andrés Torres Mora, lo explicó diciendo, de sus 110 diputados, “unos aman” los toros y otros, como la mayoría de los españoles, “solo han ido a una plaza a un concierto de rock”. “Los toros son cultura, pero no está tan claro que sea bueno convertir la cultura en política”, concluyó.
A lo mejor se han ahorrado un sofoco en Cataluña, pero van a tener complicado explicarlo y que les entiendan en el resto de España. Si el enfoque de fondo de la ILP es que va dirigida a impedir un abuso de los nacionalistas catalanes, que han prohibido las corridas de toros por ser un espectáculo ‘español’ mientras mantiene los ‘carrebous’, les será difícil argumentar su voto.
Pero, más aún, cómo lo van a sostener entre sus electorados más movilizados, como son andaluces y extremeños, sin olvidar a los valencianos y demás.
Alfredo Pérez Rubalcaba consiguió salvar la cara, ante la propuesta soberanista presentada por CiU y Esquerra en el Parlament, porque sus diputados del PSC (menos cinco) votaron no. Pero con la ‘fiesta nacional’, o no ha podido, o no ha querido. Y es un toro que le puede propinar algunas cornadas en el futuro. Al tiempo.
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