José Apezarena

El ‘rajoísmo’ de Rajoy en estado puro

Suele repetir Mariano Rajoy que él es una persona "previsible", en el sentido de que sus decisiones y comportamientos siguen pautas acostumbradas, habituales, lejos del susto y de la sorpresa.

Lo ha vuelto a demostrar con el nombramiento de Isabel García Tejerina para el ministerio de Agricultura, con el que ha desmontado cualquier previsión de una remodelación en el Gobierno que él no tenía ninguna gana de afrontar.

Así que el presidente se ha atenido a su proverbial 'rajoísmo', una vez más en estado puro.

Pero no hay que engañarse. Mariano Rajoy es previsible, hasta que deja de serlo. Cuando quiere, cuando le interesa, se salta esa condición y ya está.

Pongamos un caso: la designación de Juan Manuel Moreno Bonilla como número uno para Andalucía y por tanto candidato del PP a la Junta. No figuraba en las quinielas, no era el candidato preferido de María Dolores de Cospedal ni de Soraya Sáenz de Santamaría, y lo nombró. Verdad es que detrás de la sorpresa aparecía Jorge Moragas. Pero en este caso no fue previsible.

Tampoco lo ha sido con algunas reuniones secretas que ha mantenido, por ejemplo, con Íñigo Urkullu, contradiciéndose a sí mismo e incumpliendo su promesa de no volver a celebrarlas después de los comentarios negativos que provocaron las últimas citas con Artur Mas.

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

 
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