José Apezarena

El rey por delante

Un mes y nueve días después de la proclamación, el rey Felipe ha comenzado a cumplir algunos de los compromisos que asumió con la llegada al trono. Son medidas para actualizar la institución y, sobre todo, hacerla más transparente y ejemplar.

Lo anunciado ayer por La Zarzuela va mucho más allá de lo que prevé la famosa Ley de Transparencia, que ha incluido a la Casa del Rey precisamente a petición de esta porque al principio no ocurría así.

A partir del próximo ejercicio, 2015, las cuentas de la Corona van a ser sometidas a una auditoría externa, a cargo de la Intervención del Estado, y también se regulará con detalle lo relativo a los regalos destinados a la Familia Real.

Los miembros de la Familia Real, es decir, los reyes Felipe y Letizia, sus hijas Leonor y Sofía, y los reyes Juan Carlos y Sofía, sólo podrán desarrollar actividades institucionales. Es decir, que no podrán trabajar en el sector privado. Como es lógico, tal requisito no afecta a las infantas Elena y Cristina, que podrán seguir vinculadas, una a Mapfre, la otra a la Caixa.

Las hermanas de don Felipe no desarrollarán ya actividades institucionales, aunque el rey podrá encargarles algún acto aislado, por el que, sin embargo, en ningún caso percibirán retribución, algo que sí ocurría hasta ahora.

Se establecerá también un código de conducta para el personal al servicio de La Zarzuela, que incorpore principios de buen gobierno y también un régimen de incompatibilidades.

La monarquía del siglo XXI precisa claridad y transparencia, si quiere sobrevivir. Y el rey lo sabe muy bien, lo mismo que su equipo de asesores. Por eso Felipe VI se ha puesto a la tarea casi con prisas. En estas cosas más vale ir por delante.

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

 
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