José Apezarena

El rey sólo puede escuchar y proponer

Las dificultades que está encontrando Pedro Sánchez para lograr una mayoría suficiente que le permita superar la investidura se han agravado, aparentemente al menos, con las duras condiciones anunciadas el lunes por Pablo Iglesias, que incluyen el referéndum en Cataluña.

Salvo que se trate de mero postureo y al final Pablo Iglesias le otorgue los votos, las exigentes demandas de Podemos han vuelto a plantear la posibilidad de que el líder socialista fracase en su intento y haya que pensar en otras salidas. Y una de ellas es que a continuación lo intente Mariano Rajoy. Que parece dispuesto a ello.

Si Rajoy cambia su posición inicial, y sustituye la doble negativa ante el rey por el anuncio de que está dispuesto a intentar ser presidente del Gobierno de nuevo, ¿qué tendría que hacer el monarca? Dicho de otra manera, ¿cabría la posibilidad de que no atendiera la petición?

Igual que, vistas las dificultades de Rajoy y Sánchez para conformar una mayoría suficiente, Felipe VI no podía optar por no encargar a ninguno que se sometiera a la investidura, provocando así la repetición de las elecciones generales, de igual forma no parece viable la posibilidad de que no atienda al cambio de disposición del todavía presidente del Gobierno.

Así que, de la misma forma que actuó con Pedro Sánchez, lo lógico es que encargue a Rajoy intentar la investidura, incluso aunque no tenga garantizada la mayoría suficiente. Como he escrito recientemente, la Constitución es clara cuando, en su artículo 99, establece que "el rey, previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno".

¿Y cabría la posibilidad de que Felipe VI intentara por su cuenta aunar voluntades en torno a un tercer hipotético candidato? Porque se está hablando ahora de la opción de que sea nominado un independiente, una persona que concite a su alrededor las adhesiones necesarias. En mi opinión, una iniciativa semejante estaría fuera de las previsiones y del mandato constitucional. Y además resultaría altamente peligrosa para la propia Corona.

La cosa parece bastante clara. El rey debe atenerse escrupulosamente a lo que marca nuestra Carta Magna y solo a lo que en ella se establece. No le corresponde, por tanto, hacer sumas para acreditar si uno u otro candidato reúne los apoyos suficientes. Solo le cabe escuchar, y a continuación cumplir el mandato del artículo 99: “Propondrá”.

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

 
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