Nada me ha salido bien
Cuentan que Alfredo Pérez Rubalcaba ha comentado a su equipo más íntimo: “Desde que, en junio, asumí ser candidato del PSOE, todo me ha salido mal”.
Una desoladora confesión, desde luego, pero que, a la vista de los hechos tiene fundamento sólido.
Desde entonces, Rubalcaba ha ido llevándose chasco tras chasco y disgusto tras disgusto, incluyendo la famosa reforma de la Constitución, pactada a sus espaldas por Zapatero con Rajoy. Y sin olvidar el ‘caso Campeón’ y las acusaciones a José Blanco.
El último puntapié, por ahora, ha impactado en la zona de Andalucía. Que es lugar muy doloroso.
Resulta que el enojoso asunto de los ERE’s fraudulentos ha alcanzado a José Antonio Griñán.
El juez apunta ahora al presidente andaluz y líder regional del PSOE porque considera que los consejeros de Hacienda tuvieron que autorizar aquellos movimientos. Y uno de los consejeros fue el propio Griñán.
La cantidad de votos, y de escaños, que se juegan en Andalucía hace que las consecuencias de ese nuevo jarro de agua fría resulten especialmente graves para las expectativas electorales de Rubalcaba.
Aunque, si hasta ahora todo lo está saliendo mal, únicamente le falta esperar al domingo para culminar la hazaña.
