José Apezarena

El tartazo de Tardá

Era una escena típica de las comedias del cine mudo: la batalla de tartas. Un recurso que tanto hizo reír a nuestros antepasado en los inicios del siglo veinte. Lo que pasa es que en la vida real ya no tiene ninguna gracia. Es, simplemente, una agresión violenta.

Menos gracia aún tiene que unos energúmenos las estampen en el rostro y la cabeza de una dirigente autonómica durante un acto público. Que es lo que practicaron con la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina. Una evidente falta de respeto a la víctima, pero también de menosprecio a los navarros.

No contentos con aquella hazaña, los promotores han colocado ahora en la red un vídeo tomándose a broma el suceso, por el procedimiento de mancharse la cara unos a otros con supuestas tartas.

Y allí, en medio de la juerga, aparece Joan Tarda, portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso.

Que trate así de justificar el hecho de lanzar tartas a una persona, una autoridad, representante de una comunidad autónoma, dice bastante de lo que es, y sobre todo quiere ser, el propio diputado. Y sobre la formación política que lo respalda.

Esos no son los comportamientos ni los ejemplos que necesitamos en este país. Pero menos aún de parte de los políticos. Tartazos, no.

 
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato