A dónde va Montoro

Cristóbal Montoro se ha convertido en el personaje emergente del nuevo Gobierno.

A finales de la pasada legislatura, y a pesar de su protagonismo como portavoz económico del PP, pocos imaginaban que iba a ocurrir lo que ahora estamos viendo.

Por aquellas fechas, muchos pensaban que no llegaría siquiera a ser ministro. Sabían que Mariano Rajoy confiaba en su capacidad técnica, y, por supuesto, en su lealtad. Y que le estaba agradecido por el trabajo realizado, pero…

Le achacaban escaso perfil político, problemas con la oratoria, el ser una persona gris… Y, por si faltaba algo, que no se manejaba en inglés, por lo visto la más grave carencia a la hora de aspirar a formar parte del futuro consejo de ministros.

Pues bien. En contra de aquellas previsiones, no solamente es el nuevo ministro de Hacienda, sino que se ha convertido en el principal portavoz económico del Gobierno de Rajoy, por encima de la supuesta ‘estrella’, Luis de Guindos.

Cristóbal Montoro estuvo en la rueda de prensa tras el consejo en el que se aprobaron los primeros recortes, pero, sobre todo, ha sido quien ha subido a la tribuna del Congreso para defender la subida del IRPF.

Así, cubrió la laguna dejada por Mariano Rajoy, ya que desde distintos medios se reclamaba que fuera el propio presidente del Gobierno quien diera la cara y explicara los porqués del incumplimiento de un solemne compromiso electoral: no subir los impuestos.

No contento con eso, Montoro se prodiga en entrevistas periodísticas, hace declaraciones, y hasta protagoniza visitas apoteósicas, como la última a Andalucía, con Javier Arenas como anfitrión.

 

Durante el mitin andaluz, el ministro de Hacienda parecía el más carismático líder político. O al menos, así le montaron el acto.

¿Se trata de una ofensiva suya, o alguien le está catapultando? En el segundo supuesto, ¿por qué? O, más bien, ¿para qué?

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