Javier Fumero

Almodóvar, a los Oscar por las Islas Vírgenes Británicas

Dejé muy clara mi indignación el pasado lunes por la designación de José Manuel Soria para el Banco Mundial. Con irritación parecida (no igual) digo hoy que me parece impresentable seleccionar –como se decidió ayer- una película de Pedro Almodóvar para el Oscar a la mejor película extranjera.

La cinta ‘Julieta’, dirigida por el cineasta manchego, nos representará como país en la próxima gala tras la decisión de la Academia de Cine. Había otras opciones bastante dignas pero esa no es la cuestión. No he visto el largometraje y tampoco importa para lo que voy a explicar. Lo que a mi juicio invalida esta candidatura es Panamá.

El pasado mes de abril se supo que don Pedro gestionó una sociedad ‘offshore’ tras sus primeros taquillazos. Tanto él como su hermano figuran como apoderados de una firma en las Islas Vírgenes Británicas coincidiendo con los estrenos de ‘Tacones Lejanos’ y ‘Kika’. Ese territorio es considerado por España un paraíso fiscal, es decir, un territorio al que uno recurre cuando no quiere pagar impuestos en su país.

Ya sé que el caso Soria es muy diferente. Es cierto. Yo no los comparo. El ex ministro ocupaba un cargo público cuando fue pillado en contradicciones nada más conocerse la existencia de unas sociedades a su nombre en otro paraíso fiscal. Además, Soria fue propuesto el viernes por un Gobierno en funciones: otra torpeza.

Almodóvar admitió desde el primer momento la utilización de empresas fantasma para eludir el pago al fisco. Y la elección de la candidatura española a los Oscar es una decisión que toma la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, una institución privada.

Sí, todo esto es cierto. Pero yo aquí hablo de una cosa llamada ejemplaridad.

No me parece bien que los cineastas españoles hayan obviado que Almodóvar no jugó limpio con sus impuestos. Eso no está bien. ¿Qué mensaje envía ahora esta institución? ¿Que esos actos no son reprochables? ¿Que un fallo así lo tiene cualquiera? ¿Que no hay que mezclar negocios con arte? ¿Que unas cosas son las churras y otras, las merinas?

Yo les digo una cosa: muy buena ‘marca España’ no es que el director de cine que quizás nos represente como mejor película extranjera en la Gala de los Oscar sea un señor que escamotea el dinero de sus impuestos, que debería ir al sostenimiento del Estado de Bienestar que tanto reclama.

Esto nos afecta a todos. Es un personaje de relevancia pública, al que todos miran, crea tendencia, educa con sus actos, constituye un modelo. Nuestros cineastas deberían haber tenido esto en cuenta. Pero es mi modesta opinión.

 

Más en twitter: @javierfumero

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