Amarrategui español
Quién te ha visto, España, y quién te ve. Hace prácticamente unos días, el españolito medio pedía un crédito para darse un homenaje. En vacaciones, en un tercer coche, en una reformita en casa, en un nuevo televisor de plasma, en un retoque de botox o en lo que hiciera falta. Ahora... Ahora toca amarrar.
Se acaba de presentar el tercer barómetro del ahorro, realizado por el Observatorio Inverco. Primera conclusión: los españoles estamos cambiando nuestra forma de ahorrar como consecuencia de la crisis.
Nos hemos vuelto más conservadores, buscamos inversiones a corto plazo y miramos con lupa que los productos en los que metemos el dinero sean seguros.
El 62% de los encuestados aseguran ahora que su principal empeño al invertir es la seguridad, preservar el capital. Prefieren un menor rendimiento con tal de exponerse lo mínimo. Actúan con más precaución. En 2009 eran un 26%. Hoy, sólo un 4% admite que no le importa arriesgar todavía si obtiene beneficios importantes.
El producto estrella es el tradicional depósito bancario. Dos de cada tres inversores encuestados tiene uno contratado. Se trata de productos que dan una rentabilidad moderada pero que están libres de riesgo: el inversor suele tener garantizados los primeros 100.000 euros de la inversión.
Un 40% de los ahorradores españoles están dispuestos a contratar (o aumentar si ya lo tienen) un plan de pensiones para 2014. Preocupa el futuro. También esto significa amarrar. Un 25% de los encuestados reconoce que se trata de un complemento a la jubilación pública, un 8% lo hace por ventajas fiscales y un 6% para asegurar la educación de los hijos.
Un último dato interesante. Muy pocos invierten a largo plazo. El 82% de los ahorradores son ahora ‘cortoplacistas’: invierten con un plazo inferior a tres años.
Hay que ver cómo hemos cambiado.
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