Aznar ha vuelto
Stratfor Global Intelligence es una empresa privada de seguridad que en 2012 logró fama mundial cuando Wikileaks desveló decenas de miles de correos electrónicos de analistas y agentes de esa compañía que actuaban como espías de Estados Unidos por el planeta.
Entre esos cables confidenciales que vieron la luz entonces aparecieron varios mensajes sobre el ex presidente José María Aznar.
No salía muy bien parado. La directora de Inteligencia Geopolítica de esa CIA en la sombra, Reva Bhalla, lo calificaba de ultra (“hardcore”, en el original), de radical y línea dura y hasta se burlaba de “sus maravillosos mechones”: “¡por lo sedoso y brillante! podría preguntarle qué champú usa”.
Mariano Rajoy decidió marcar distancias con Aznar hace algún tiempo. Algo que no pasó inadvertido al interesado.
El inquilino de La Moncloa comenzó a cargar las culpas de la Gürtel al antiguo PP y no ha abandonado desde entonces esa línea de defensa. Además, dejó caer a algunas personalidades de la era Aznar (incluida a su mujer Ana Botella) y le dio plantón en algunos actos.
Aquello no sentó nada bien al ex presidente, que pidió hora en Antena 3 y en 2013 se despachó a gusto en una entrevista televisada contra Rajoy y su ejecutoria. Allí fue cuando, por vez primera, Aznar respondió con un clamoroso silencio cuando Gloria Lomana le preguntó si volvería a elegir ahora a Rajoy como su sucesor al frente del PP.
Estos días la política demuestra que en la vida no hay que tomarse las cosas a la tremenda. Lo que ayer era un “no” hoy puede ser un “sí”. Lo que ayer era una “traición” y una “deslealtad” hoy puede ser un simple “desencuentro de pareceres”; nada que no tenga solución.
Todo aquello es agua pasada. El Partido Popular ha decidido repescar de nuevo a José María Aznar. Se han tendido puentes y Rajoy cuenta con el ex líder ‘popular’ para la campaña electoral de las municipales y autonómicas que está a punto de comenzar.
Algunos lo llaman pragmatismo electoral.
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