Besos, guay, cuero, love, pumba y los megapijos de Loewe

Nadie puede negar que asistimos a un cambio de paradigma. Internet en general y twitter en particular están consiguiendo darle la vuelta a la agenda de información nacional hasta imponer debates, polémicas, denuncias o curiosidades.

Es lo que ha sucedido con el último anuncio de Loewe. La marca de artículos de lujo ha decidido entrarle al público juvenil y ha optado por hablar su idioma. Por provocar, por menear conciencias, por mostrar sus bolsos transgresores agitando las redes sociales. Objetivo cumplido.

El vídeo clip rodado en España, con una docena de hijos de famosos utilizando una pose pija mega-guay muy forzada, incendiaron twitter este miércoles y fueron noticia en los principales programas de televisión, en radios y webs digitales.

Los eslóganes de los actores dejaron indiferentes a muy pocos:

-- “Es un rollo esto de hacerse mayor”.

-- “Lo más guay de España, que no tiene otro país, es las españolas. La tortilla de patatas”.

-- “Estar enamorada es super guay, todo te da vueltas... son como mariposas”.

-- “Spain is different”.

-- “Mucho bueno vino”.

 

-- “Me bajo del avión, me visto me pinto y ‘pumba’, ya estoy”.

Las reacciones fueron mayoritariamente de rechazo. La juventud española no es eso y lo que muestra la publicidad es un asco. Clamor contra los pijos y ese tipo de modelos. Pobre gente.

Pero también se habló mucho de marketing viral, de esas campañas que buscan provocar mucho ruido para colocar un producto a la vista de todos.

Esto no es nuevo. Recuerdo dos sonados precedentes que llegaron, incluso, a las páginas de la prensa seria: los periódicos de papel.

En primer lugar, aquel vídeo que simuló la grabación furtiva de la entrada de unos cacos en el Congreso de los Diputados para robar el escaño del presidente Zapatero. Se trató de un viral de la agencia Tiempo BBDO encargada por la Campaña del Milenio de la ONU en apoyo de la acción 'Levántate contra la pobreza', para erradicar el hambre en el mundo.

Aquella acción llegó a provocar una investigación interna en el Congreso con el objeto de depurar responsabilidades (había escenas grabadas ex profeso en el interior del hemiciclo) y la reprobación de un bedel de la Cámara Baja.

Esa misma empresa de publicidad fue contratada por la cadena de televisión MTV que difundió por Internet, a cargo de Orbital, la canción ‘Amo a Laura, pero esperaré hasta el matrimonio’. El tema apareció colgado en la web de la supuesta ‘Asociación Nuevo Renacer por una juventud sin mácula’ e incluía hasta una parodia de ciertas páginas conservadoras, que mostraban su ‘malestar’ por la iniciativa. Se trataba de mostrar el espíritu más transgresor del canal juvenil.

Hoy seguimos por la misma senda. Y una vez más, parece pertinente hacerse estas preguntas: ¿hasta qué punto es legítimo recurrir a la provocación para obtener mayor notoriedad? ¿La imagen de Loewe no sale algo dañada de estas críticas? ¿La marca no sufre un desgaste de prestigio por enfangarse?

Yo no lo tengo claro.

Más en twitter: @javierfumero

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