Cuidadito con Marruecos
No le ha sentado nada bien al gobierno de Rabat que la Guardia Civil haya decidido instalar un destacamento en las Islas Chafarinas, para combatir de manera más certera el tráfico de ‘sin papeles’ hacia España.
La noticia fue adelantada el pasado 4 de junio por esta web: la Benemérita había decidido enviar a un grupo de guardias para tareas de vigilancia, con un patrullera preparada para frenar la inmigración ilegal.
Se da el caso de que Marruecos discute a España la soberanía de este territorio. Y ahora, al igual que sucediera con el incidente del Islote Perejil, ha decidido mostrar sus garras.
Según desveló este jueves el periodista Ignacio Cembrero en el diario El País, el pasado miércoles el ministro de Asuntos Exteriores marroquí, el islamista Saaed el Othmani, convocó al embajador de España en Rabat, Alberto Navarro, para expresarle su “desaprobación” por el envío, a partir del 1 de agosto, de un destacamento de la Guardia Civil a las tres islas Chafarinas, situadas a 50 kilómetros al este de Melilla.
Es el primer desencuentro diplomático entre el Gobierno Rajoy y Marruecos. Y habrá que tener cuidado. Porque el país vecino se está reforzando militarmente de forma ostensible: tiene lista una nueva base naval junto al Estrecho, está a punto de recibir una fragata y tres corbetas de fabricación francesa, ha comprado 24 nuevos cazas y ha pedido a Estados Unidos la mejora de 200 carros Abrahams.
Los mandos de la Armada española ya dejaron claro en su día que habría que responder al ‘desembarco’ marroquí en aguas del Estrecho. Hay una firme voluntad, respaldada por el Gobierno, de aumentar la presencia española en la zona.
Esta presencia se materializará en “más patrullas, más visibilidad, más ejercicios navales y mayor vigilancia” de las aguas del Estrecho y de la zona de influencia de Ceuta y Melilla.
Habrá que seguir muy de cerca cómo evolucionan los acontecimientos.
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