Javier Fumero

Cuidado con las farmacéuticas

Me preocupa el virus Zika, es verdad. Pero no por sus posibles consecuencias para la salud humana (que también) sino sobre todo por el desconocimiento que existe de este patógeno. Esto facilita algo muy grave: el posible abuso y aprovechamiento de las farmacéuticas.

Insisto. Hay dos datos muy relevantes que no están nada claros (los he tomado de aquí):

1. ¿Cuántos afectados hay? Los expertos manejan cifras demasiado imprecisas. Brasil, el país donde más enfermos parece haber, también de microcefalia en bebés, calcula que hay entre 497.593 y 1.482.701 personas infectadas, es decir, una horquilla de un millón de personas. El dengue, sin ir más lejos, afecta a 300 millones de individuos.

2. ¿Cuántos casos de microcefalia ha provocado este virus? Tampoco existen evidencias muy claras a este respecto. Brasil ha registrado 4.783 casos posibles de microcefalia hasta el 30 de enero (según el Ministerio de Salud de aquel país). De todos ellos se han confirmado 404 bebés con microcefalia y otros problemas en el sistema nervioso central pero solo 17 de ellos tendrían una conexión con el zika. Otros 709 casos han sido ya descartados.

Alguien podría argumentar que el asunto es serio, no hay duda, porque la Organización Mundial de la Salud acaba de declarar “emergencia global” por la expansión del virus. Pero a mí eso no me tranquiliza. En absoluto. Me remito a los hechos.

Creo que cualquier ciudadano que conozca a un médico ha escuchado describir a esos facultativos honrados las presiones realizadas por parte de multinacionales farmacéuticas muy poderosas para incentivar la prescripción de sus medicinas en las recetas. Viajes, regalos, congresos, retribuciones en especie...

Pero hay sucesos más extraños, que alguna vez he relatado. Como aquel de la GRIPE A. Un año después de que amainara la alerta sanitaria mundial por aquel virus, un estudio del British Medical Journal (BMJ) desveló que un documento clave de la Organización Mundial de la Salud había ocultado vínculos financieros entre sus expertos y las farmacéuticas Roche y Glaxo, que –curiosamente- fabricaron los principales fármacos antivirales contra este virus: Tamiflu y Relenza.

Ese informe instó a los Gobiernos –también al español- a hacer acopio de reservas ingentes (y desproporcionadas, como se demostró después) de esos medicamentos por valor de unos 6.000 millones de dólares (4.900 millones de euros).

Entiendan que ahora no me fie un pelo.

 

Más en twitter: @javierfumero


Portada
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato