Decir hasta 10 veces que no a TVE

Me lo decía el otro día un analista con años de vuelo y experiencia acreditada: Mariano Rajoy está cometiendo errores sorprendentes, inusuales en un político veterano como él, que ha debido lidiar morlacos considerables y se las ha visto en situaciones muy, muy complicadas.

Parecía curtido en mil batallas y, por eso, vacunado contra patinazos de principiante y despistes de neófito. Creo que por este motivo sorprenden más algunos deslices evidentes que está cometiendo su Ejecutivo.

Uno de ellos, y no pequeño, se llama Radio Televisión Española. La gestión de la sucesión del presidente de la Corporación y de su equipo de dirección ha sido una chapuza con muy pocos precedentes. No hablo de nombres, no hablo de modelo, no hablo de estilo. Hablo de la indefinición.

No era un tema menor. De hecho, para el PP parecía una de las cuestiones más importantes en los meses previos a las elecciones generales, un frente innegociable, decisivo. A su juicio, el PSOE había utilizado a TVE y RNE estos años para erosionarles todo lo posible, bajo un falso áurea de neutralidad, y tocaba desarmar esa pantomima.

La realidad ha sido otra. Una vez conocido el organigrama de RTVE y, sobre todo, el modo en el que se ha compuesto ese equipo la conclusión es que ha habido mucha falta de previsión y mucha bisoñez. Al menos dos hechos lo demuestran.

Uno. No tiene ningún sentido haber nombrado primero al jefe de Informativos, Julio Somoano, que al director que le va a mandar, Ignacio Corrales. El responsable de los Telediarios siempre podrá pensar que a quien realmente debe reportar es a quién lo nombró, el presidente Leopoldo González Echenique. Corrales queda en muy mala posición, ha aceptado un trágala y está desautorizado.

Dos. Para encontrar al director de TVE los profesionales de La Moncloa han tenido que sudar la gota gorda. Hasta diez candidatos han dicho que no a la propuesta. Por diversos motivos: sueldo, ausencia de verdadero mando en plaza, inexistencia de un proyecto claro, temor al desgaste que provocarán los ajustes que vienen, falta de presupuesto…

Todo esto demuestra que el PP no tenía un plan para RTVE y que no contaba con el compromiso de las personas para debían llevarlo a cabo. A mi modesto entender es un error de los graves.

Más en twitter: @javierfumero

 
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