España no está en la “mierda”

Admito que las palabras del presidente del Bayern de Múnich, Uli Hoeness, me han indignado bastante. Por la actitud displicente que esconde, por la soberbia que destila y por el tono. Y además, porque parte de su razonamiento no es honrado: falta a la verdad.

El Gobierno acaba de admitir que los clubes de fútbol españoles tienen contraída una deuda con Hacienda y la Seguridad Social que supera los 1.200 millones de euros, una información –por cierto- adelantada en exclusiva en esta web hace cuatro semanas, como puede ver aquí.

Pues bien. El dirigente alemán ha declarado que mientras su país está haciendo un gran esfuerzo “para sacar a España de la mierda” –alude a la crisis de deuda nacional-, los clubes de Primera y Segunda División no pagan lo que les corresponde.

-- “Para mí es el colmo, es impensable. Pagamos cientos de millones de euros para que salgan de la mierda y luego los clubes no pagan sus deudas. No puede ser”.

Como digo, no me gusta ni la forma ni el fondo.

Para empezar, Alemania no le está haciendo a España ningún favor. Están simplemente haciendo negocios. Aquí nadie regala nada. Los bancos acreedores y esas empresas teutonas que venden en nuestro país coches, ropa, herramientas, máquinas... viven del consumo español. Por eso invierten en deuda española. Porque les interesa. Y por eso me molesta tanto la afirmación despreciativa de Hoeness.

Además, los dos principales clubes de fútbol de nuestro país no están endeudados. Hoeness falta a la verdad. El Real Madrid y el F.C. Barcelona no tienen deuda ninguna. Y tampoco el Osasuna o el Athletic de Bilbao, por cierto. Esta falta de matiz también me enfada.

Hay otro argumento falaz que utiliza el presidente del Bayern de Múnich cuando insinúa que España no debería consentir que los clubes en situación irregular compitan. No es así. Hay que recordar, por ejemplo, el caso del Mallorca, que la pasada temporada no jugó la Champions League. Se había clasificado entre los cuatro primeros de la Liga española pero la UEFA prohíbe participar en competiciones europeas a un equipo acogido a la Ley Concursal. Y no jugó.

Por último, España no es una excepción en estos de las deudas del fútbol. Hay otros casos flagrantes en Europa: en la Liga inglesa, el Portsmouth fue descendido por impagos; y en Suiza, el Neuchatel acabó en la quinta categoría de la liga local por lo mismo.

 

Así que, de acuerdo: los clubes españoles deben resolver este grave asunto. Pero lecciones, las justas. Y menos, empleando ese tono faltón y despectivo, como si Hoeness nos estuviera perdonando la vida. De eso, nada.

Más en twitter: @javierfumero

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