Las dos Españas en los informativos de TVE
Es increíble comprobar de nuevo el grado de polarización que existe en nuestro país entre las dos Españas. Se ha podido constatar al analizar las reacciones que ha provocado el relevo del director de Informativos de TVE.
La marcha de Fran Llorente no parece haber dejado indiferente a nadie. Unos y otros han querido posicionarse. Y vaya si lo han hecho. Las posturas son antagónicas. Dejó aquí sólo dos ejemplos sacados a vuela pluma de twitter:
Ana Pastor (periodista que dirige y presenta ‘Los desayunos de TVE’):
“Fran Llorente es uno de los mejores periodistas de este país, valiente honesto, muy trabajador. Un gran jefe”.
Hermann Tertsch (periodista, ex subdirector de El País, colaborador de Intereconomía, Telemadrid y ABC):
“Dicen que la Redacción de TVE ha despedido a Fran Llorente con una ovación. Obvio, tras 8 años de purga constante, le son fieles hasta los fluorescentes”.
El PSOE ha hecho de TVE un ariete para atacar duramente a Rajoy, acusándolo de intentar convertir de nuevo en medios gubernamentales a la televisión y la radio públicas. Zapatero, dicen, logró la neutralidad del Ente y la derecha eso no lo tolera.
El PP niega las acusaciones y se basa en su larga campaña de denuncia de estos últimos años contra los Informativos de TVE. A juicio de los ‘populares’, bajo una fachada de ecuanimidad y equilibrio se escondía un sectarismo sibilino dirigido a perjudicarles en cada telediario.
¿A quién creer?
Hace algo más de un año quise informarme, por fuente directa, del contenido de esas denuncias que hacía el PP. Pedí datos concretos y me pasaron unas tablas.
Fruto de aquel análisis publiqué una tribuna con mi firma, en la que se detallaba –aportando datos concretos- el comportamiento de los servicios informativos en casos como la red Gürtel, los falsos ERES de Andalucía o el Faisán.
En cualquier caso, yo me sigo preguntando cómo es posible que este país sea tan aficionado a las polarizaciones, al enfrentamiento, al choque…
Una actitud que, por cierto, tiene algún que otro efecto secundario. Les diré uno: aquel que no se posiciona con claridad a favor de uno u otro bando será calificado indefectiblemente de meapilas.
Tan triste como real.
Más en twitter: @javierfumero
