Gallardón, muy centradito y disciplinado
Rajoy filtró este jueves que Alberto Ruiz Gallardón irá de ‘número 4’ del Partido Popular por Madrid en la lista a las elecciones generales que él mismo encabeza.
Deshojó así una de las principales margaritas que faltaba por desvelar. El líder popular cuenta con el alcalde de Madrid para su próximo gobierno, un premio elocuente a su paciencia, a su discreción y a la mesura demostrada estos últimos años.
Es cierto que don Alberto se ha dado algún garbeo por el Grupo Prisa, como suele ser habitual en él. No es nada nuevo. Gallardón mantiene desde siempre ‘puentes’ y ‘bisagras’ con la empresa fundada por Jesús Polanco, y corteja a este grupo mediático ya desde que era presidente de la Comunidad de Madrid. Esto lo reconocen incluso sus colaboradores más cercanos.
Lo que explican desde su entorno es que se trata de una estrategia meditada, que tiene como objetivo pescar en los caladeros del centro-izquierda. Allí donde se suele decidir –advierten- las mayorías absolutas.
Meditada o no, esta tendencia a un discurso progresista no termina de convencer a los parroquianos más conservadores del PP, que nunca han visto con buenos ojos a don Alberto. No es muy de fiar, insisten desconfiados.
Pues para Rajoy, sí lo es.
El gallego se dispone a aterrizar en La Moncloa y considera que debe hacerlo con toda la artillería pesada. Hay mucho en juego. Son muchos años en la oposición. Se trata de no dejar escapar la oportunidad. Que el PSOE amenaza ruina y puede pasarse muchos años buscándose a sí mismo.
Y en esta apuesta, Alberto Ruiz Gallardón es un activo que no puede permitirse el lujo de desperdiciar.
El tiempo dirá si se trata de una decisión acertada o no.
