Guerra, he dicho guerra

Ha cambiado el Gobierno y se nota. Este jueves, el ministro de Defensa dejó claro, por fin, que los militares españoles desplazados en Afganistán están “en una misión de paz” pero desarrollan su trabajo “en un escenario bélico, de guerra”. Vaya... ¡la palabra maldita!

No deja de tener su retranca, tras los siete años de gobierno socialista dedicados a ejercicios eufemísticos encaminados a intentar esconder la realidad. Así, nuestras tropas se han pasado muchos años jugando a ser un contingente disfrazado de ONG que reparte sacos de harina, reconstruye puentes y dirige el tráfico en pueblos semi-derruidos.

Pedro Morenés ha dicho que esta mascarada se acabó. Su argumento ha sido demoledor: hay 98 lápidas que lo corroboran, en alusión a los militares tristemente fallecidos durante estos 10 años de participación española en Afganistán.

“Los muertos merecen respeto y este ministro eludirá eufemismos”, ha concluido Morenés, para zanjar la polémica. Ha asegurado que no tiene ninguna “reticencia” a pronunciar la palabra ‘guerra’ y ha apuntado que si no utilizó esta expresión durante su visita a las bases españolas en Herat y Qala-i-Naw pudo deberse a un ‘lapsus’, en todo caso no voluntario.

Por fin.

Atrás queda la etapa, vergonzosa y especialmente sangrante para los familiares de los muertos, de Zapatero, María Teresa Fernández de la Vega, José Bono, José Antonio Alonso, Carme Chacón y Leire Pajín, empeñados en cambiar la realidad escamoteando palabras.

Más en twitter: @javierfumero

 
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato