Homenaje a un médico

Acabo de estar en la consulta de un médico.

Iba acompañando a una persona a la que aprecio mucho. Por lo que la cita era bastante importante para mí. He salido con ganas de escribir esto.Una persona enferma es un ser indefenso, frágil, impresionable, en estado de aflicción, temeroso. Pero un médico con muchas horas de vuelo tiende a normalizar su profesión,  a desvincularla de lo afectivo: lo contrario, sería insoportable.
Pero el trato humano es más necesario que nunca. Sentirse comprendido, acompañado en tan difícil trance.

El médico que nos ha atendido empezó saludándonos  despacio, mirándonos a la cara, realmente interesado. Después, me llamó la atención su paciencia. Fue desgranando, poco a poco, las características de la enfermedad, pros y contras, opciones, posibilidades, esperanzas…

De vez en cuando optaba por una pausa, como dejando tiempo a que uno asimilara la información. Sin prisas. No había pregunta sin respuesta. No había impaciencias, ni miradas al reloj, ni sensación de urgencia.

Concluyo ya. Imagino que en España hay muchos médicos que se comportan así. Esto quiere ser un modestísimo homenaje a esos grandes profesionales que acompañan en el dolor a tantas personas.

 
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato