Leña a los caraduras

Toca bajar de la nube. Tras estas semanas de éxtasis, casi comatoso, provocado por ‘La Roja’ (que nadie se me ofenda porque así se la llama con naturalidad) la vida nos aterriza a la cruda realidad. Y lo que vemos, sigue siendo más bien feo.

No me refiero a los recortes que prepara el Gobierno para este mes. No. Hablo de las noticias que van apareciendo sobre fraudes y estafas de falsos desempleados que han estado cobrando dinero de forma tramposa.

No hay derecho.

La policía ha detenido a 150 personas que integraban una red de cobro fraudulento del paro y del subsidio del desempleo e imputado a otras 277. Habían creado hasta 30 empresas ficticias que ofrecía falsas altas como trabajadores a cambio de unos 400 euros.

El montante de dinero defraudado asciende a 2,6 millones de euros. Pero el perjuicio total a las arcas del Estado asciende a 7,1 millones de euros, porque a las prestaciones fraudulentas hay que sumar la deuda de 4,5 millones de euros que las empresas (sin apenas actividad real) contrajeron con la Seguridad Social.

En total, esta red dio de alta a 3.375  trabajadores.

Como digo, noticias de este tipo hacen un daño tremendo a España. Por decirlo mal y pronto, nos sitúa en la misma sintonía que Grecia, cuyos ciudadanos han logrado estos años una merecida  fama de bribones tras demostrarse que defraudaban a base de bien.

Por eso, la justicia española debería ser especialmente implacable con este tipo de delitos. Dañan la credibilidad de un país, minan la confianza de los fondos extranjeros y nos sitúa en la longitud de onda que tanto beneficia a Merkel: la pícara España no merece más que palos.

Pues no. Leña, sí, pero a los caraduras.

 

Más en twitter: @javierfumero

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