Margallo se va a hacer daño
El ministro de Exteriores está que se sale. Aunque la operación tiene sus riesgos. Quizás un día de estos se pase de frenada y efectivamente, termine por no salir… en la foto: en la foto del primer consejo de ministros de la siguiente legislatura, si Rajoy vuelve a gobernar.
El lunes estuvo en Antena 3 y dejó un gran titular: “nos hemos pasado tres pueblos con la austeridad”. Este martes tuvo que salir al paso para dejar claro que se refería al desempeño de la Unión Europea. Por cierto, eso era lo que algunos habíamos entendido: que hablaba de Bruselas. Sin embargo, la cosa está que arde y alguien ha querido aprovecharse.
Esto indica otro dato clave en esta cuestión: llueve sobre mojado. El presidente Rajoy y la vicepresidenta Soraya fuman en pipa desde hace semanas con su actitud. Están hasta las narices. Consideran que el titular de Exteriores se extralimita, un día sí y otro también, para mayor gloria personal, única y exclusivamente. Porque el Ejecutivo –añaden ambos- sale muchas veces malparado de sus excesos.
Tres viajes recientes suyos han sacado de quicio en Moncloa. Una visita a Azerbaiyán, un desplazamiento de última hora a Libia, donde hubo curiosas órdenes y contraórdenes, y una expedición a Cuba que se anuncia para el próximo fin de semana. Los motivos del enfado de Presidencia por cada uno de estos traslados están detallados aquí.
El ministro explica, mientras tanto, a quien quiere escucharle que él sólo se limita a defenderse. Busca ocupar un hueco político que intenta acaparar a toda costa Soraya Sáenz de Santamaría desde su puesto, aprovechando las facultades que le ha delegado el presidente.
O sea, que el ‘road show’ que despliega estos días Margallo por tierra, mar y aire –esta noche tenía apalabrada una intervención en el ‘Cascabel’ de 13 TV- habría que entenderlo en clave de pulso interno. Por un lado, la llamada ‘congregación mariana’ (ese G-8 de ministros más ‘políticos’ que se dicen cercanos a Rajoy) enfrentada al clan de los sorayos (el grupo de consejeros afines a la vice).
Al final, no hay que perder de vista que estamos ante ese particular ‘Juego de Tronos’ que tanto le gusta a Mariano Rajoy y que los fontaneros de Presidencia explican así:
-- “Él funciona por equilibrios. Cuando elige a sus subordinados, reparte el poder. Nadie debe destacar sobre el resto. Si hoy te premio, mañana te castigo. Si hoy consigues colocar un aliado en esta agrupación, mañana le concedo un contrapeso a tu rival. Y así todo”.
Los daños colaterales de este inestable método de gobierno son estas pequeñas rencillas, estos pellizcos de monja que, siendo casi irrelevantes, pueden terminar provocando mucha pupa.
Más en twitter: @javierfumero
