Montoro: mejor estar callado

Que quede claro: soy un firme defensor de la libertad de expresión. Por convicción y también porque vivo de ello. El ministro de Hacienda tiene todo el derecho del mundo a expresarse. El enfoque de esta tribuna tiene que ver con algo muy serio: Cristóbal Montoro está jugando con las cosas de comer.

No tiene un pase que frivolice con supuestas deudas con el fisco y amenace, lance puyas e indirectas, a los actores, a los periodistas, a los tertulianos, a los socialistas, a los deportistas... según le venga en gana o le parezca conveniente. Eso no se hace, insisto.

Es fanfarria en estado puro y una flagrante violación del secreto profesional, de la obligada reserva que debe tener un político sobre asuntos conocidos única y exclusivamente por su cometido como ministro.

Si tiene que emprender acciones legales, que lo haga. Será justo y, como tal, todos los hombres de bien le apoyarán sin dudarlo.

Pero, ¿qué es eso de utilizar información reservada, conocida únicamente en razón de su cargo (un cargo al que ha accedido por delegación de todos los españoles), para amedrentar y callar a sus rivales?

Ni lo entiendo, ni me parece presentable.

Mariano Rajoy debería tomar medidas o se hará partícipe de estos excesos.

Más en twitter: @javierfumero