Javier Fumero

El PSOE en busca de sentido

He escuchado a varios analistas defender que la crisis del PSOE se viene fraguando desde hace años. Estoy de acuerdo con ellos. Pedro Sánchez ha sido únicamente el detonante.

El partido socialista lleva tiempo necesitado de una reflexión profunda sobre a dónde va y qué tiene que ofrecer a la sociedad española.

Sin embargo, falta una pregunta previa: ¿cómo es hoy España? ¿Es la misma que hace treinta años? ¿Qué le preocupa? ¿Cuáles son sus anhelos más profundos?

Hay quien sostiene que el problema de la socialdemocracia es que no se ha dado cuenta de la “derechización” de la sociedad. Los ciudadanos demandan de sus dirigentes más seguridad. Seguridad territorial, seguridad social, seguridad económica y seguridad identitaria.

Esto explica el auge de la extrema derecha, que culpa con éxito a la inmigración ilegal de todos los males y promete mano dura en las fronteras. Por eso crecen los partidos conservadores, con mejor reputación en el manejo de las cuentas del estado y en abordar las reformas necesarias para lograr el crecimiento económico sostenido.

El politólogo francés Sami Naïr es uno de los estudiosos que más ha incidido en esta idea. Hace ocho años, ya denunció en un interesante artículo –traducido y publicado en España por El País- el incierto futuro que le esperaba a la izquierda europea:

-- “La izquierda ya no tiene ni conceptos, ni métodos, ni visión para entender el mundo y actuar. Tiene cada vez más dificultades para diferenciarse cualitativamente de la derecha. Además, esta falta de proyecto no puede ser enmascarada por una retórica de defensa de los "valores". Porque si la izquierda sigue creyendo en sus "valores" (de solidaridad, igualdad, libertad y tolerancia), también sabemos desde hace mucho tiempo que los invoca tanto más fácilmente en la oposición cuanto que, a menudo, se olvida de ellos cuando está en el gobierno”.

Los partidos socialistas de Francia, Italia, Reino Unido y Alemania llevan años intentando recomponer su discurso, dotar de sentido ideológico a su propuesta.

En España, de momento, el debate se centra en si “Rajoy sí” o “Rajoy no”. Es margarita acaba de ser deshojada. Para otra ocasión queda, parece ser, la reflexión sobre qué modelo de sociedad y de país proponen.

 

Queda pospuesto el debate sobre su propia identidad.

Más en twitter: @javierfumero


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