Javier Fumero

El PSOE muerde

No bajan tranquilas las aguas en el PSOE. El anuncio de que Patxi López desembarca en la lucha por la secretaria general, frente a Susana Díaz, anuncia un pulso intenso por la supremacía donde puede haber heridos y muertos.

Esta candidatura resulta un tanto extraña. Supone un duro varapalo para Pedro Sánchez porque concitará el apoyo de los ‘antisusanistas’ que le seguían para plantar a la sevillana y, en cualquier caso, divide al sector crítico. Hay quien sugiere una posible maniobra de distracción de la líder andaluza para desactivar definitivamente a Pedro pero en Andalucía no las tienen todas consigo.

Susana saca los dientes. No se fía. Su peor temor es ver a Alfredo Pérez Rubalcaba entre bambalinas, montando una discreta operación con su amigo Patxi López para dejarla a ella compuesta y sin Madrid. Veremos.

Mientras todo esto sucede, Javier Fernández ha transmitido un mensaje interno, de cierto calado, para dar un giro al PSOE en su labor de oposición. Ahora se trata de morder, de sacar las garras. Con ocasión o sin ella. El trasfondo de este movimiento es interesante.

Los miembros de la gestora siguen trabajando con sondeos y estudios de opinión. Como se ha hecho siempre en Ferraz. Se trata de servicios un poco caros pero muy útiles para testar el sentir de los ciudadanos sobre multitud de cosas: percepción de tu partido, sobre la labor del Gobierno, sobre valoración de líderes, desafecciones, entusiasmos, cercanías, demandas no satisfechas…

Con este material se deciden estrategias y se marcan pautas. Pues bien. Los datos que ahora maneja Javier Fernández dicen dos cosas aterradoras: que su ejecutoria está muy mal valorada (si hoy hubiera unas elecciones en Asturias él saldría derrotado) y que el PSOE no ha detenido la sangría de votantes.

Dicho de otro modo, la abstención en la última sesión de investidura que permitió a Rajoy volver a gobernar no ha sido amortizada. No se ha tocado suelo. Los socialistas siguen perdiendo adeptos. Sin parar.

Esto es muy preocupante porque, según explican en Ferraz, la gestora contaba con haber detenido ya por estas fechas la caída. Y no es así.

Por eso se ha decidido dar un golpe de mano. Este año 2017 habrá una oposición agresiva y frontal al PP. Hay que arrebatarle a Podemos –explican desde el PSOE- la bandera del antagonismo total frente a la derecha.

 

Dos ejemplos recientes confirman que ha cambiado el tono y la actitud:

a) Horas después de que la ministra de Sanidad deslizara en una radio la posibilidad de que los pensionistas de mayores ingresos tuvieran que pagar más por sus medicamentos, el PSOE orquestó un plan para anunciar que las comunidades gobernadas por los socialistas no iban a aplicar este incremento a sus ciudadanos. Ellos correrían con ese gasto extra.

b) Horas después de que el Tribunal de Cuentas anunciara que no fiscalizará en 2017 el dinero que la Iglesia Católica recibe del Estado a través de la casilla de la Renta, el PSOE anunció que presentará una proposición no de ley para exigir que sí lo haga.

Es la guerra. A dentelladas.

Más en twitter: @javierfumero

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