Javier Fumero

Podemos devora al PSOE por la bonita historia que cuenta

Esto va de contar historias. Y se da el caso de que Podemos maneja la narrativa de forma espectacular. Son auténticos expertos.

Han creado un discurso eficaz, creíble y se aprovechan de que apenas han sufrido el desgaste de gobernar.

De hecho, las dos únicas manchas que aparecen en el currículum de la formación morada son: a) la gestión de las negociaciones para una investidura tras el 20-D, donde aparecieron como rígidos, divididos internamente e interesados en los sillones; y b) el comportamiento de algunos ediles podemitas, que se han demostrado muy malos gobernantes, por livianos, incongruentes o sectarios.

Sin embargo, pese a estos dos borrones, aún pervive el entusiasmo que ha generado el planteamiento de Podemos. ¿Y a quién hace más daño su narrativa? Precisamente, al Partido Socialista. Y desde el minuto uno.

Recordemos. A los pocos días de celebrarse las elecciones europeas, hace dos años, se publicó un barómetro que confirmó este trasvase de votantes socialistas. Podemos logró 1,2 millones de votos. El 66% eran mayores de 35 años, el 50% tenía empleo, el 22% estaba en paro, el 15% era estudiante, el 9% jubilado y el 4% realizaba trabajos en el hogar. O sea, la mayoría tenía empleo y era de mediana edad.

Pero a esos votantes se les hicieron dos preguntas más: ¿Qué votó usted en las europeas de 2009? PP: 4,5%; PSOE: 33,6%; IU: 17,2%; UPyD: 2,2%; No tenía edad 11,2%. ¿Y en las Elecciones Generales de 2011? PP: 5,2%; PSOE: 29,9%; IU: 26,1%; UPyD: 5,2%; Otros/blanco 15,6%.

Podemos ha seducidos a los votantes de izquierda con una historia esperanzadora. El PSOE es lo viejo, el pasado, lo gastado, la casta. Pablo Iglesias es la nueva política, la genuina izquierda, el verdadero azote contra el especulador, la pobreza, el paro, las bajas pensiones, la desigualdad, contra la necesidad de emigrar en busca de un futuro mejor, la falta de becas, los desahucios.

Podemos es rebeldía contra lo establecido, otro modo de hacer política, más cerca de los ciudadanos (no de espaldas a ellos). El martillo pilón contra el poder abusivo de Europa, los recortes, las imposiciones de los hombres de negro, la política de la austeridad que recae sobre los que menos tienen.

Podemos logra conectar con toda esa gente que está cansada de sufrir y no se fía del PSOE. Pedro Sánchez resulta inverosímil como alternativa. El Partido Socialista ya gobernó y no logró hacer sostenible el Estado del Bienestar. Pero sobre todo, es que forma parte del problema.

 

El bipartidismo es el culpable de la crisis. PP y PSOE son la clase privilegiada que basa su alto nivel de vida en la explotación, la corrupción y la manipulación de la mayoría de los ciudadanos.

Durante los dos años transcurridos desde las elecciones europeas, Podemos ha logrado además algo muy meritorio: mantener vivo su discurso narrativo con gestos y guiños efectistas.

Los lodos actuales vienen de estos polvos: las carrozas laicas, el fichaje del ex JEMAD, el bebé de Bescansa en el Congreso, el catalogo programático de IKEA, las rastas en sede Parlamentaria, el pack de Juego de Tronos para el Rey, el beso con Doménech, el esmoquin y la pajarita para acudir a los Goya, las lágrimas en las escalinatas del Congreso, su confluencia con Izquierda Unida, sus arrumacos con Zapatero

Me dejo muchos golpes de efecto, no los recuerdo todos. Pero insisto en la idea. Podemos llegó hace dos años vendiendo un eficaz discurso, ha estado dos años alimentando esa narrativa y, a pesar de evidentes tropezones, hoy está logrando comerle la tostada al PSOE.

Más en twitter: @javierfumero

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