Javier Fumero

Podemos enseña el pistolón

El partido que dirige Pablo Iglesias ha decidido mover ficha en plena crisis del PSOE. Impulsa una ofensiva contra los barones socialistas a los que amenaza con retirarles el apoyo en Valencia, Aragón y Baleares si el partido se abstiene y permite la investidura del candidato del PP.

Esto demuestra al menos tres cosas:

a) Que Podemos estaría encantado de ir a unas terceras elecciones. Descartado un acuerdo en la izquierda con los independentistas (absolutamente inasumible para el PSOE, como sabe Pablo Iglesias), no habría otra opción que volver a llamar a las urnas a los ciudadanos. Pero en esto hay discrepancias internas: Iñigo Errejón se opone a su líder en esta tesis. Este es un partido que todavía se ha de jugar.

b) Que Podemos está dispuesto a mentir, si es preciso. La semana pasada, en vísperas del Comité Federal del PSOE, Podemos anunció el final del pacto que permitió la investidura de Emiliano García Page como presidente de Castilla-La Mancha. Entonces dijo que se trataba de un hecho puntual, debido exclusivamente al incumplimiento de los compromisos adquiridos por los socialistas. Siete días después admiten ya que es una estrategia global de presión y amagan con nuevos movimientos. Interesante.

c) Que Podemos va a emplearse a fondo en pescar a río revuelto. Hay orden de ser muy discretos: que nadie piense que intentan depredar como buitres en medio de la carroña. Pero lo cierto es que intentan atraer –también con estos órdagos a nivel regional- a esos simpatizantes socialistas que van a considerar una traición que se permita un Gobierno del PP. Por eso Podemos insiste hoy en que ellos no ofrecen dudas en su oposición a los ‘populares’, aportan “garantías” frente a otros y mantienen “una coherencia que nos avala”. Es una guerra de seducción.

Así que prepárense. El mensaje de fondo que Podemos va a difundir estos días es que si el PSOE consiente un nuevo Ejecutivo con Mariano Rajoy al frente será la demostración patente de lo que ellos vienen proclamando desde hace un año: la casta se resiste al cambio.

Los partidos tradicionales son la vieja política, se apoyan entre ellos y tratan de impedir la llegada de aire fresco.

Más en twitter: @javierfumero

 
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato