Podemos rectifica con los toros

Habrá toros si gana Podemos. Así lo ha asegurado el candidato del partido que lidera Pablo Iglesias a la Comunidad de Madrid en un desayuno informativo.

Esta afirmación supone otro giro, uno más, en la formación que llegó prometiendo el oro y el moro. El programa electoral de Podemos era muy claro. Hablaba explícitamente de “prohibir la tauromaquia”. Sin paliativos, sin medias tintas. Fuera.

José Manuel López Rodrigo ha explicado esta mutación explicando que Podemos se opone a que se destine dinero público a la celebración de festejos taurinos. Nada más. “El que haya toros, siempre y cuando no suponga ningún coste para el resto de la ciudadanía, no parece un problema”.

Estaba delante el propio Pablo Iglesias que no movió una ceja, confirmando la nueva tesis del partido sobre los toros.

Algún medio ha recordado el beneficio económico que supone para Madrid la fiesta del toreo. El canon de explotación de Las Ventas asciende a 2.325.000 euros anuales. A ello hay que restar los costes derivados de la gestión del inmueble, estimados en 1.409.422 euros. Por lo tanto, los toros arrojan un superávit fiscal para los presupuestos autonómicos valorado en más de 915.000 euros por ejercicio.

En segundo lugar, los estudios de impacto económico subrayan que la región madrileña recibe un estímulo superior a 50 millones de euros como resultado de la celebración de la Feria de San Isidro. Solamente en IVA, el ciclo taurino celebrado entre mayo y junio genera 9 millones de euros.

De este cambio de tercio de Podemos, hay algo que me sorprende: no hay ni rastro del argumento sentimental al que suelen aludir los antitaurinos.  

La principal tesis de las personas que se oponen a la tauromaquia es el deleznable atropello que sufre un animal inocente en la plaza, al que se burla, vilipendia y martiriza para mayor disfrute del público que jalea desde el tendido.

Me alegro. Porque dejando a un lado las aristas ‘técnicas’ de esta argumentación (el torero lucha cuerpo a cuerpo y se juega la vida frente a un morlaco…), siempre me ha llamado la atención que esta misma sensibilidad desapareciera a la hora de abordar otros debates de parecido perfil: el tratamiento de los no nacidos, la eutanasia…

Uno termina por pensar que el desvelo de algunos por los toros, las focas y las ballenas (especies dignas de todo el respeto, dicho sea de paso) resulta para esas personas mucho más importante que la defensa de la propia vida humana, algo bastante perverso.

Más en twitter: @javierfumero