Javier Fumero

Rajoy, mucho cuidado con los indultos

El Gobierno de Mariano Rajoy acaba de responder una pregunta parlamentaria, formulada por UPyD. La formación que lidera Rosa Díez solicitó conocer los motivos que llevaron al Ejecutivo a conceder, el pasado 3 de septiembre, esta medida de gracia a un miembro de la dirección del PSOE en Sevilla Este, condenado a tres años de prisión por malversación.

Se trata de María Dolores Mateos Sánchez, que no devolvió al juez un BMW del que era depositaria tras un embargo. Su marido, abogado, lo utilizaba de forma habitual y hasta le contrató un seguro. Cuando llegó el día de restituirlo dijo que había desaparecido. Un Nissan Patrol, que también tenía en depósito, lo devolvió sin el motor.

UPyD pidió conocer las razones de “justicia, equidad o utilidad pública” que se han manejado para conceder este indulto. Instaba, además, al Gobierno a pronunciarse sobre si este tipo de indultos son “compatibles” con su discurso de regeneración democrática y lucha contra la corrupción.

El Ejecutivo ha explicado lo siguiente:

-- Que el indulto lo ha concedido con el parecer favorable del Tribunal sentenciador y del Ministerio Fiscal, que han destacado el tiempo transcurrido desde la comisión del delito y la posibilidad de propiciar la suspensión de la condena a fin de evitar su ingreso en prisión.

-- Que para la concesión del indulto se tuvieron en cuenta “numerosos factores”, entre los que destaca la ausencia de antecedentes penales y policiales, y la íntegra satisfacción de las responsabilidades civiles impuestas en sentencia.

-- Que el indulto no supone una “exoneración” de la “gravedad” de los delitos cometidos, ni de su “importancia”, ni del “reproche social” que “merecen” tales hechos.

-- Que el Gobierno ha rechazado un total de 49 peticiones de indulto durante 2013 por delitos contra la Administración Pública y de Justicia.

-- Y que garantiza que aquellos que sí concedió de forma “puntual” no afectan a su objetivo de “erradicar la corrupción”.

 

Hasta aquí la respuesta. A partir de ahora, un desafío. Porque en el horizonte se encuentran al menos dos deliberaciones polémicas.

1. José María del Nido, que el pasado 9 de diciembre presentó su dimisión como presidente del Sevilla FC tras la sentencia del Tribunal Supremo (TS) que le condena a siete años de prisión en el llamado ‘Caso Minutas’, ha solicitado la medida de gracia.

Alega que en unos 20 días debe ingresar en prisión para cumplir la condena, pero asegura que él puede hacer más en favor de la sociedad desde fuera que desde dentro. Entiende que no tiene por qué haber terceros, entre ellos sus empleados, que deban asumir esta pena. Su entrada en prisión, advierte, “podría provocar la pérdida de sus puestos de trabajo”.

2. El ex presidente de Baleares Jaume Matas, por su parte, no ha entrado todavía en la cárcel para cumplir una condena firme de nueve meses por tráfico de influencias porque está a la espera de que el Gobierno resuelva antes si le indulta o no.

Son dos decisiones que marcarán al Ejecutivo, al ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón y al propio Rajoy. En caso de que el Gobierno conceda estos dos indultos deberá explicarlo muy bien, porque la ciudadanía –harta de privilegios a los poderosos- no lo va a entender.

Y este es uno de los problemas: que los indultos no se motivan. Esta figura de gracia se regula por la todavía vigente Ley de Reglas para el ejercicio de la Gracia de indulto, de 18 de junio de 1870. Una norma que no exige que se argumente por qué se concede el perdón.

Por todo ello, haría bien Mariano Rajoy en medir bien la apuesta.

Más en twitter: @javierfumero

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