Javier Fumero

Rajoy se encuentra bien

La entrevista del presidente del Gobierno en la COPE, durante el programa de Carlos Herrera, es una noticia en sí misma. Dado que Rajoy se prodiga tan poco en los medios, ha logrado una atención inusual. Cada palabra se ha analizado al detalle. Cada idea se ha estudiado con detenimiento.

Uno de los asuntos que trató sin mucha resistencia –algo que ya, en sí mismo, es noticia- es su propio futuro político. Primer dato significativo: Rajoy ha querido empezar a transmitir (a propios y extraños) que va a seguir al frente de la nave.

Pero es interesante también cómo deslizó la ‘buena nueva’, qué elementos quiso incluir acompañando el aviso a navegantes. Yo me he fijado en dos:

a) “Yo me encuentro bien”. “Creo que estoy en un buen momento de mi vida”. El presidente sigue reivindicando su ejecutoria. Ya lo hizo al termino de la primera legislatura: me ha tocado –se dijo- el marrón de sacar a España de la crisis brutal en la que Zapatero dejó el país y merezco una legislatura tranquila, para crecer. Me lo he ganado.

Ahora empieza a deslizar que la crisis de Cataluña la ha resuelto de la mejor manera posible. Ha desactivado al independentismo, pase lo que pase el 21-D, se encuentra satisfecho de su actuación y merece volver a gobernar este país. Sólo le falta añadir: “y si no, miren a mi alrededor… ¿ven a alguien mejor que yo? ¿a quién? ¿a los impúberes Pedro Sánchez y Albert Rivera? ¿al loco de Pablo Iglesias?

b) “Es importante saber también lo que piensa mi partido”. Cuidado con dejar ticks autoritarios en una época donde lo que prima es la consulta a las bases. Rajoy desprecia en privado ese estilo de gobierno porque –argumenta- nunca se ha demostrado que 100 descerebrados hayan alumbrado una idea genial. El número no asegura la cordura. Una chorrada repetida por 300.000 militantes es una chorrada mayúscula. Nunca será un acierto.

Pero de ahí a seguir pareciendo un partido vertical, donde la cúpula impone y las huestes aborregadas secundan, hay un trecho. Hay que evitar cualquier guiño totalitario. Porque además, efectivamente, en el PP también se votan internamente las principales cuestiones del partido. El problema es que allí nadie se atreve a toser contra su líder. Porque acaba defenestrado.

En definitiva, Rajoy sigue insistiendo. El acuerdo de investidura firmado con Ciudadanos que establece “un plazo máximo de ocho años consecutivos para ejercer el cargo de Presidente del Gobierno” es para los que vengan después. A él no le concierne.

Así que Alberto Núñez Feijóo, Cristina Cifuentes, Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal ya lo saben: tendrán que seguir esperando. Aún no les ha llegado la hora. Palabra de presidente.

 

Más en twitter: @javierfumero

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