Rajoy callaba: quiere una campaña electoral corta
El presidente del Gobierno lo ha conseguido: ha tenido a todos los suyos (en el partido y en el Gobierno) de los nervios. Nadie sabía qué iba a pasar con la lista a las europeas. Había gran expectación y muchos intereses en juego.
¿Quién se va? ¿Qué puesto queda libre? ¿Quién gana? ¿Quién pierde? ¿Qué me quedará? Nadie se movía para no quedar fuera de la foto. El caso de la ministra Ana Pastor el pasado fin de semana es de libro: anuló un viaje a Panamá, que estaba cerrado, porque no las tenía todas consigo.
Así están las cosas. Pero, ¿por qué ha actuado así Rajoy?
Hay comentaristas que han sugerido estos días que todo se debe a la prepotencia del presidente. Este sería un modo de demostrar a todo el mundo quién manda aquí. Y punto. Él tiene la sartén por el mango y nadie más.
No creo en esta tesis. Porque a mí lo que me cuentan es otra cosa.
Fuentes con acceso directo a Moncloa aseguran que Mariano Rajoy y Pedro Arriola coinciden en que lo mejor para el PP en estos momentos es una campaña electoral para las Europeas de corto recorrido, máximo de tres semanas. Así lo explican desde Moncloa:
-- El PSOE tiene mucho votante por recuperar. Rubalcaba no ha hecho casi nada por movilizarlo en estos dos años. Por eso, ahora, sólo un enfrentamiento a cara de perro con los ‘populares’ lograría agitar a buena parte de ese voto de izquierdas. Se trataba de evitar precisamente eso.
-- Los socialistas van a cargar todo el peso de su propaganda en los recortes sociales que ha realizado el PP estos dos años de gobierno. Aborto, igualdad, ley de dependencia, sanidad pública... van a estar continuamente sobre la mesa, en los debates y en los titulares de los periódicos.
-- El PP va a desactivar esta estrategia eludiendo primero la confrontación personal. Lo explican muy gráficamente: “Si Valenciano habla del aborto, nuestro candidato (Arias Cañete) hablará de ovejas y tomates”. Esto sólo se podrá llevar a cabo –advierten desde Moncloa- si la campaña dura poco tiempo.
-- En segundo lugar, se quiere contraatacar al PSOE con un campaña “corta pero intensa”. Y donde se hable de lo que le conviene al PP. Es decir: “hay que recordar por qué fuimos elegidos en 2011 (el desastre al que llevó Zapatero a este país), y lo que hemos hecho hasta ahora”. Se van a subrayar los logros, por pequeños que sean.
Esto explica, en buena parte, el tiempo que ha tardado Rajoy en facilitar el nombre del candidato del PP a las Europeas y los nombres que integrarán esa lista.
Un último dato. Ojo a lo que suceda en las próximas horas. Es curioso comprobar cómo algunos presidentes de Gobierno han sentido especial inclinación por anunciar una crisis de Gobierno horas antes del inicio de la Semana Santa.
En el mes de abril del año 2006, Zapatero anunció su primera remodelación ministerial. Relevó al ministro de Defensa, José Bono, por deseo expreso de éste, que fue sustituido por José Antonio Alonso. Alfredo Pérez Rubalcaba fue nombrado nuevo ministro de Interio y también cambió la titular de Educación: Mercedes Cabrera Calvo-Sotelo relevó a María Jesús San Segundo.
Tres años después, en abril de 2009, Zapatero anunció otro cambio en su Gabinete. Se incorporaron al Ejecutivo Manuel Chaves, José Blanco, Trinidad Jiménez, Ángel Gabilondo y Ángeles González Sinde. Elena Salgado dejó Administraciones Públicas para convertirse en vicepresidenta económica y abandonaron el Gobierno Mercedes Cabrera, Pedro Solbes, Magdalena Álvarez, Bernat Soria y César Antonio Molina.
ACTUALIZACIÓN 12:02. María Dolores de Cospedal acaba de anunciar que Miguel Arias Cañete será el cabeza de lista del PP a las elecciones europeas. O sea, que sí: habrá mini crisis de Gobierno en vísperas de Semana Santa. Cómo son las cosas...
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