Rodrigo Rato está hasta las narices
No aguanta más. Personas de su entorno reconocen que al presidente de Bankia se le acaba la paciencia frente a las reiteradas preguntas sobre su posible inclusión en un gobierno liderado por Mariano Rajoy.
Eso no va a suceder. Lo ha dejado claro el propio interesado. De ahí su hartazgo.
Hace unas semanas reunió discretamente a sus directivos y abordó la cuestión. No se marcha como vicepresidente económico -dijo- porque en Bankia tiene mucho por hacer.
Está convencido de que el proceso de reestructuración del sector financiero pasa, en buena medida, por la consolidación de Bankia y esa es su misión. Desde su posición actual, sostiene, podrá ayudar mucho mejor al futuro gobernador del Banco de España. Ahí es donde se le espera.
El ex ministro también desveló a su equipo más cercano motivos de carácter personal para su renuncia a una cartera en el próximo Gobierno.
No le apetece ocupar de nuevo un puesto en la primera línea de fuego de la política. “No se afronta igual ese reto con 40 años que con más de 60”, destacó a su círculo más íntimo. Hay que recordar que Rato ha cumplido 62 años. Cuando asumió el ministerio de Economía en el Ejecutivo de Aznar tenía 46.
Por eso ha dejado claro, en varias ocasiones, que no estará en un gobierno de Rajoy. Y de ahí su incomodidad cada vez que se ve incluido nuevamente en una quiniela o es requerido por la dichosa cuestión.
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