Triste final, bronco y copero
La agresión a Mariano Rajoy, en la noche del jueves, ha terminado por marcar este final de campaña electoral. Transcurría con indudable placidez hasta que se desencadenó el infierno.
La agresión al presidente del Gobierno en Pontevedra vino precedida del ataque a la sede de Ciudadanos este lunes en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), que amaneció con pintadas con la palabra “nazis” y “C’s = PP”. La sede central de C’s en Barcelona también sufrió un escrache de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH).
Ese mismo lunes, el socialista Pedro Sánchez había embarrado el campo durante su intervención en el debate frente a Rajoy con su acusación de “indecente” y su tono bronco y agresivo.
A mi aquello me recordó lo que sucedió en febrero de 2008, a un mes de las elecciones generales que perdió precisamente Mariano Rajoy.
Zapatero acudió al plató de Cuatro (cadena que todavía pertenecía al Grupo Prisa de Juan Luis Cebrián) para una entrevista en el informativo que entonces presentaba el periodista Iñaki Gabilondo.
Aquella noche, la cadena distribuyó al resto de televisiones unas imágenes de recurso, informales, desenfadadas, en las que los protagonistas charlaban de forma distendida tras su intervención… sin darse cuenta de que los micrófonos recogían la conversación privada.
Aquellas palabras corrieron como la pólvora porque lo que allí se dijo fue, exactamente, lo siguiente:
Iñaki Gabilondo: “¿Qué sondeos tenéis?”.
Zapatero: “¡Bieeeen! Nada. Bien...”.
G: “Sin problemas ¿no?
ZP: “...lo que pasa es que yo creo que nos conviene que haya tensión...”.
G: “Os conviene muchísimo...”.
ZP: “… Yo voy a empezar a partir de este fin de semana a dramatizar un poco. Pero nos conviene mucho. Si no la gente... bueno...”.
Qué quieren que les diga. A mi, todo esto, me entristece un poco. Porque España se merece otra cosa.
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