¡Viva España! ¡Viva el facha!
Voy a comentar un asunto aunque mucho me temo que voy a salir escaldado. Vamos a intentarlo. Quiero hablar de la concentración que se está organizando para este viernes en Barcelona contra los movimientos independentistas en Cataluña y por la unidad de España.
Vaya por delante que no voy a asistir a ese acto y que, personalmente, nunca me he sentido muy identificado con este tipo de movimientos patrióticos. Me siento muy español y respeto a quienes piensan de otro modo, pero no logro verme con una pegatina de España en el reloj ni participando en este tipo de saraos, qué le vamos a hacer.
Dicho esto, quiero comentar algo que se va a producir y que me pone de muy mal cuerpo. Apuesto pincho de tortilla y caña a que esta marcha va a ser tildada, indefectiblemente, de facha y de fascista.
Seguro. Ya lo verán.
Es una batalla que ha ganado la izquierda. Cualquier colectivo que defienda lo español y enarbole una bandera rojigualda será rápidamente identificado como la derechona agitando su ideología extremosa. Dirán incluso que el aguilucho no se ve porque lo tienen escondido pero no se fie: es el mismo perro con distinto collar.
Es curioso.
Así como el empresario será siempre un explotador oligarca recalcitrante, el que agita la enseña nacional debe ser un ‘tejerito’ en potencia.
Son estereotipos que han calado, como digo, gracias a la intensa labor de propaganda de la izquierda política española.
No me gusta un pelo.
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