6.000 apoyos a un acosador sexual
Lo que ha pasado en Ponferrada es de traca. Pero hay algunas derivadas especialmente espeluznantes. Me refiero al caso de Ismael Álvarez, ex alcalde de la localidad leonesa que ha provocado una crisis interna en el PSOE con su apoyo a los socialistas en la moción de censura del viernes pasado.
Álvarez fue condenado en mayo de 2002 por acoso sexual continuado a la concejal Nevenka Fernández, de su propia formación política: el Partido Popular. Nada más emitirse el fallo, Ismael Álvarez renunció a la alcaldía y se alejó de la política.
Sin embargo, nueve años después, Ismael volvió a la carga. Tras la negativa de sus antiguos compañeros a que volviera a liderar la lista del PP, creó su propio partido y lo llamó Independientes Agrupados de Ponferrada (IAP). Su objetivo: la elecciones municipales de 2011.
Dicho y hecho. Llegó el momento de la democracia: ese sagrado momento en el que los ciudadanos se expresan libremente en las urnas, depositando legítimamente su voto. Y pasó lo que pasó.
Ismael Álvarez obtuvo el apoyo de 6.000 conciudadanos, ¡seis mil!, en una población donde hay censadas 68.000 almas. El IAP logró cinco concejales y se convirtió en la tercera fuerza política de la localidad, sólo por detrás del PP (10 representantes) y del PSOE (8).
¿Alguien entiende algo? Yo no.
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