Las chicas de la sincro se van a matar
Ya está. Ya lo han conseguido. El show no ha hecho más que empezar. Anna Tarrés, la ex entrenadora de la natación sincronizada española, acude hoy a TVE y el jueves al plató de Antena 3 con Susanna Griso. Comienza el espectáculo.
Hasta ahora se trataba simplemente de un caso feo, complejo, algo inquietante, pero circunscrito a una disputa entre dos partes. Una federación deportiva y una preparadora. Acusaciones, testimonios, cartas, demandas... Como digo, todo muy sombrío, desagradable y hasta vergonzoso pero nada más. Ahora no. Ahora llega el circo.
Hay algunas cuestiones de este ‘affaire’ que resultan bastante embarazosas. La posible explotación de niñas en el entrenamiento profesional hasta más allá de lo moralmente aceptable es una de ellas.
También habría que debatir si aquí todos tienen claro cuáles son los límites éticos de la enardecida búsqueda de una medalla olímpica o un campeonato del mundo.
No olvido tampoco el silencio cómplice que ha acompañado estos años a la natación sincronizada... hasta que ahora explota todo y el caso salta por los aires. Sólo cuando alguien se siente incómodo o injustamente tratado. No es de recibo.
Pero a mí me resulta especialmente sangrante un caso como este que vuelve a arrojar una sombra de duda sobre el deporte en general.
El deporte se practica para lograr un mejor tono de vida, más salud y felicidad. Sin embargo, la alta competición es capaz de corromper unos principios tan loables hasta prostituirlos. Debería hacernos reflexionar.
Como digo, ahora llega la televisión... con todo lo que eso significa. Un plató tiene ese extraño don de convertir un suceso cotidiano en un espectáculo.
Anna Tarrés ensayará su exhibición, lanzará dardos envenenados, agitará con furia el avispero para resultar más convincente.
Habrá réplica y contrarréplica. Las chicas de la sincro deberán salir a la palestra. Alguna repetirá en pantalla, dramatizando, los durísimos reproches que les habría propinado la entrenadora. En definitiva, un horror. Porque se trata de personas y sus vidas.
Sinceramente, me pregunto: ¿a quién va a beneficiar este show? Al deporte, no.
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