El error Paco Camps

Hoy sale a la venta la revista Telva. Aunque se trata de una publicación de moda, estilos de vida, complementos, belleza... en su último número incluye una entrevista con Francisco Camps.

Sus declaraciones me han llamado la atención y, sintiéndolo mucho, me parecen un grave error.

Digo sintiéndolo mucho porque soy de la opinión de que con este señor se ha exagerado bastante. Se le ha utilizado como chivo expiatorio, no se ha respetado su presunción de inocencia y se le ha sometido a un intolerable juicio público. No es de recibo. Ni para él ni para nadie: tampoco para José Blanco o Iñaki Urdangarín, por cierto.

Dicho lo cual, lo que he leído en esas páginas me parece un completo despropósito. Un buen asesor de imagen no le vendría nada mal al señor Camps.

Francisco Camps quiere volver a la alta política y no a cualquier puesto, ha dicho. No descarta aspirar a la presidencia del Gobierno. Objetivo: La Moncloa. Tremendo. Asegura que está más preparado que nunca y farda sin ningún pudor de su currículum.

-- “Empecé ordenando el tráfico (en el Ayuntamiento de Valencia) y terminé dirigiendo todo el escenario”. “No he llegado a ministro pero he estado cerca”. Y “es que, al final –concluye-, mi bagaje es impresionante”.

Se jacta de haberle cantado las cuarenta al juez que llevó su caso. Madre mía. Y habla con orgullo también de la herencia que ha dejado.

-- “¡Pero si es que lo único que he hecho ha sido ganar elecciones y hacer que la Comunidad Valenciana se sintiera por primera vez en muchos años fuerte, próspera, digna, moderna y leal a España! Nos hemos situado como motor de este país”.

Hombre, lo único, lo único...

 

Camps olvida que la Generalitat valenciana está endeudada hasta las trancas.

Olvida también que la Caja de Ahorros del Mediterráneo que él pilotó tuvo que ser intervenida por el Banco de España tras una gestión insultantemente caciquil.

Y olvida, en fin, que bajo su sombra creció la red Gürtel, dirigida por su “amiguito del alma”: Alvaro Pérez, el Bigotes, aquel chaval al que quería “un huevo”.

Por todo ello, Francisco Camps debería demostrar más sensatez y prudencia. Optar por la discreción y la moderación.

Sin embargo, como ya se publicó en estas páginas (véalo aquí), estas declaraciones esconden un plan: el ex presidente reclama más protagonismo y atención por parte del Partido Popular.

A mi juicio es un error. Un grave error.

Más en twitter: @javierfumero

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