La estrategia de la sonrisa en Podemos
Pablo Iglesias está realizando un gran esfuerzo por humanizar a Podemos. Iñigo Errejón ha sido claro en la estrategia: es preciso trasladar al electorado que no hay nada que temer, que Unidos Podemos no es el coco, es una marca fiable, nada estridente, ni extremista ni radical. Sólo un poquito agitadora. Pero poco.
Por eso Iglesias va por las televisiones humanizando, para empezar, su propia imagen. Soy un coleguita güay. Sin estridencias. Un tipo de la calle, tranquilo, corriente, que le va más el alcohol que la marihuana. Nada grave. Nada realmente perturbador.
Por eso el logo de campaña, consensuado con Izquierda Unida, es un corazón tierno en tonos arcoiris. Y el lema elegido para la confluencia ha sido: “la sonrisa de un país”. No hay ni rastro de la hoz y el martillo. No se hablará de comunismo, ni de marxismo, ni de leninismo. Nada. Sólo paz y amor.
Otro dato que demuestra esto que diga es la recomendación enviada por Izquierda Unida a varias federaciones. A partir de ahora deben priorizar las banderas regionales sobre las comunistas o republicanas. Nada de símbolos que recuerden… ¿lo que son?
En el documental de Mediapro sobre Podemos, que acaba de presentar Jaume Roures, hay otra escena donde se muestra a las claras esta estrategia. El reportaje dedica amplio espacio a la asamblea fundacional organizada en Vistalegre. Allí, entre bastidores, Pablo Iglesias deja clara su intención de acabar su discurso con una cita de Karl Marx. Esta: “El cielo no se conquista por consenso sino por asalto”.
Entonces, interviene Errejón. No, no, no. Eso no es buena idea. Como lo hagas, los medios de comunicación titularán al día siguiente por ahí, por lo del “asalto”, con toda la carga de revolución, golpe de estado y violencia que esconde.
Iglesias no le hizo caso y, oh sorpresa, la prensa eligió de forma unánime ese encabezamiento para los artículos del encuentro. En el vídeo Errejón termina lanzándole una pullita a su camarada en la línea de “te lo advertí”.
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