Javier Fumero

“Por favor, tened cuidado con Podemos”

Hace unos días pasó por Madrid un conocido mío, llegado de Venezuela. No está exiliado. Vive habitualmente en aquel país porque es su tierra y no piensa huir. Los canarios tenemos una especial ligazón con esa nación, a donde viajaron nuestros mayores buscando una oportunidad.

De hecho, yo mismo tuve un abuelo que “se fue a hacer las américas” y llegó hasta Caracas. No le fue muy bien porque le engañaron. Pero trajo muchos recuerdos y un aprecio sincero por aquella tierra. Además, aún conservó allí familiares lejanos, que van y vienen.

En el periódico de Tenerife donde trabajé durante varios años existe una sección informativa llamada “la octava isla”. Es una página donde cada día se recogen noticias de Venezuela. Tal es la demanda.

Pues bien. Esta persona describió lo que está pasando ahora la población local y no me lo podía creer. Para no extenderme mucho seré sintético:

-- Uno de los productos más demandados es el papel higiénico. Escasea. Un día estás trabajando en la oficina y te llama tu hija: papá, ven, corre; en el colmado de la esquina han llegado varios camiones de papel. Vente: tú te llevas seis paquetes (el máximo por persona) y yo pillo otros seis, y tenemos para un mes. Y así.

-- Se han formado grupos de guasap integrados por personas en paro, sin trabajo. A primera hora se lanza el primer aviso: hay harina en la tienda de la esquina de tal con tal. Se van para allá a todo correr y hacen cola. Logran comprar lo que pueden y después viven de la reventa: aplicándole un margen a los venezolanos que no quieren o no tienen tiempo para esperar en la fila. Así se ganan la vida, de un lado para otro obteniendo productos para recolocar.

-- La carne es un producto de lujo. Sólo se puede obtener en el mercado negro, que funciona con dólares. Pero ahí tampoco puedes llevarte muchos kilos. Si tienes una familia grande o un acontecimiento con muchos invitados, olvídate de incluir filetes en el menú. Las alubias abundan. Este es el único producto que hay para aburrir. Se preparan de mil formas distintas para no acabar harto.

-- Las personas mayores están pasando hambre.

-- Hay restaurantes abiertos, sí. Pero sólo hay una exigua oferta con tres platos de primero y tres de segundo. Sin sofisticaciones. Sencillos. Pero lo llamativo es el precio. Para poder ofrecer estas alternativas, con las carencias que existen, se cobra un dineral. Para hacerse una idea: un menú del día sale por el sueldo de un mes en bolívares de un trabajador medio.

 

-- Lo de las medicinas es de aurora boreal. No hay. Sencillamente, no hay. Inútil andar buscando entre las boticas. Se han acabado y los suministros no funcionan bien. Quien puede permitírselo, recurre a comprar en el extranjero y pagar a una empresa de transporte para que te las lleve a casa.

Por último, esta persona me transmitió el siguiente mensaje: “Por favor, tened cuidado con Podemos”. Y añadió: “he estado estos días en España analizando las propuestas y mensajes de este partido y ¿sabes a lo que me recuerda? A los comienzos de Hugo Chávez. Él también afirmaba que era un moderado socialdemócrata, ningún radical dictador. Amaba la libertad. También de la prensa… Después, ha pasado lo que ha pasado y estamos donde estamos. Son muy avispados. No se dejen engañar”.

Más en twitter: @javierfumero

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