El juez estrellado

Es una verdadera lástima constatar la deriva del juez Baltasar Garzón y la reescritura que realiza, años después, de las cosas que le han pasado. La entrevista de Jordi Évole este domingo, en laSexta, dejaba traslucir a una persona destrozada y herida.

Quería comentar aquí, en particular, la mención que hizo el juez a su popularidad, a aquellos que le tildaron de “juez estrella”. Comenzó diciendo esto:

-- “La mayoría de las veces había mucha mala leche al decir aquello de ‘juez estrella’ (...). Pero los jueces han de hacer su trabajo, si eso tiene impacto mediático, que lo tenga. Mi forma de trabajar siempre ha sido esa. Estar en el lugar. Y estar presente a la hora de tomar las decisiones para dejar constancia de que las decisiones eran mías”.

Ya. Estar en el lugar. Y convocar a las teles para que grabaran el show. Es lo que cuentan los propios policías.

Por no hablar de aquel libro titulado ‘El hombre que veía amanecer’, en el que desveló sin pudor su propia intimidad. Eso no es afán de notoriedad. Para nada.

Garzón lo achaca todo al exterior. En otro momento dijo:

“Cuando me denunciaron en Estrasburgo, una abogada de Batasuna, me dijo que si no ponían mi nombre en la prensa el tema no trascendería. Conmigo siempre ha sido todo un poco sui géneris. Para eso sirve la estrella, para que luego te den en el cogote. Más que estrella, soy un juez estrellado”.

En esto último, no es difícil darle la razón.

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