Me marcho de España

Toca parar. Toca pedir tiempo muerto y cargar las pilas. Con mayor motivo, vista la convulsa situación que atraviesa España. Si algo tengo claro en estos momentos es que los ciudadanos deben cuidar su descanso. Ahora más que nunca.

Lo digo porque este panorama angustioso, de máxima exigencia, de sensación límite, de amenaza integral, exige estar en plena forma. En caso contrario, la estructura se resiente.

Por eso, espero que muchos españoles puedan permitirse unos días de vacaciones. Lo digo de todo corazón. Ojalá todos puedan darse una tregua y reponer fuerzas. Yo desconecto desde hoy mismo.

No es que la actualidad informativa haya decaído. De eso nada. La cosa está que arde y, como ya hemos contado, Rajoy y su oficina económica manejan datos de un más que probable ‘agosto caliente’. No va a ser por falta de noticias.

Quizás también por eso, para desenchufar de la ardiente actualidad, he decidido tomar distancia y me marcho de España. Otra ciudad, otra temperatura, otras gentes... pero también otra cultura, otra gastronomía, otro idioma, otra idiosincrasia. Ya les contaré.

Gracias a todos por estar ahí. Nos vemos a la vuelta.

Más en twitter: @javierfumero

 
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