Los militares están preparados para intervenir en Cataluña
La orden que se transmitió a los generales era taxativa: “que nadie hable de Cataluña”. El Gobierno lleva meses en vela para evitar que cualquier declaración realizada por militares de alta graduación pudiera ser malinterpretada y utilizada para crear polémica.
El Ministerio de Defensa transmitió esta consigna por decisión de altas instancias del Ejecutivo. Había que mantener silencio absoluto sobre este asunto, “cortar de raíz” cualquier tipo de pronunciamiento sobre el tema. Ni positivo, ni negativo. No había que referirse a la cuestión de ninguna manera, para evitar que cualquier palabra pueda ser tergiversada con fines propagandísticos contra la imagen de las Fuerzas Armadas.
Y hubo reacciones. El pasado mes de marzo, la Jefatura del Estado Mayor envió una dura advertencia al General jefe de la Fuerza Logística Operativa (FLO), Francisco Javier Abajo Merino que, cuando se le preguntó por Cataluña, declaró a una radio gallega:
-- “Yo no percibo ninguna intranquilidad –dijo- sino que, simplemente, sabemos lo que tendríamos que hacer llegado el caso, a las órdenes del Gobierno. Pero no en Cataluña, en cualquier parte de España. No veo ninguna sensación de preocupación en el Ejército, ninguna”.
La reprimenda le llegó no por la gravedad de sus declaraciones, sino por el simple hecho de hacerlas. Bromas, las justas.
Por eso sorprenden tanto las declaraciones realizadas este martes por el mismísimo jefe de Estado Mayor del Ejército (JEME), general Jaime Domínguez Buj. En un coloquio celebrado en Madrid ha dejado estas perlas que difundió la Agencia EFE:
-- “Cuando la metrópoli se hace débil, se produce la caída”, tal y como ocurrió en 1898 con las colonias españolas.
-- Las Fuerzas Armadas “no son garante de nada, sino una herramienta del Gobierno para hacer cumplir la ley y la Constitución”.
-- Los militares “estamos preparados para intervenir en la forma que el Gobierno decida en cada escenario interior o exterior” y “para ir a Afganistán o a Valencia”.
Si no querías caldo, toma tres tazas. Miedito me da.
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