Dónde está el ministro Wert
Por si alguno no lo recuerda, tenemos un ministro llamado José Ignacio Wert. ¿Lo recuerdan? Se encargaba del área de Educación y tuvo un comienzo de legislatura bastante atribulado, con sonados roces parlamentarios, declaraciones altisonantes y hasta reprimendas desde Bruselas a cuenta de las becas Erasmus.
Los barómetros que publica el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) es especialmente duro con él cuando afronta la valoración de los ministros del Gobierno Rajoy. En el último sondeo, publicado en noviembre, ningún miembro del Ejecutivo alcanzaba un 3 sobre 10.
Los que recibieron mejor nota fueron la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría (2,9); el titular de Exteriores, José Manuel García-Margallo (2,73), y el de Fomento, Ana Pastor (2,54).
Por debajo del 2 quedaron varios ministros: el de Hacienda, Cristóbal Montoro (1,98); la ex de Sanidad, Ana Mato (1,78); el de Justicia, Rafael Catalá (1,54)... y allí, al final del todo, estaba el de Educación, José Ignacio Wert con un 1,47.
Hace unos años coincidí con un importante ejecutivo del IBEX 35 que me habló de José Ignacio Wert. No recuerdo a cuento de qué salió el tema pero me dijo que lo conocía bastante bien. La amistad entre ambos venía de lejos: no era fruto del ‘ascenso’ del político ni del puesto que ocupaba ahora en el Gobierno.
Me hizo el siguiente análisis:
-- Me dijo que el ministro es una persona muy lista que llegó al Ministerio casi por casualidad, porque su puesto iba a ser el de presidente de la Corporación RTVE. Así se lo había manifestado el propio Mariano Rajoy. Pero Wert vale lo mismo para un roto que para un descosido. Y le tocó aterrizar en Educación.
-- Es brillante, una cabeza prodigiosa, me aseguró este empresario. Además, es muy aficionado a los sarcasmos, a las ironías, a los juegos de palabras. Es muy hábil... pero tanto –me explicó mi interlocutor- que se pasa de listo. No todos le siguen. No todos sintonizan con su mordacidad. Muchas veces no resultan oportunas sus ocurrencias.
-- También me advirtió de que José Ignacio Wert no da puntada sin hilo. Sus años al frente de empresas especializadas en sondeos y análisis de opinión pública (Demoscopia, TNS Sofres) le han dado una formación singular, cercana a la calle y a la percepción que tienen los ciudadanos de las cosas.
Creo que esta conversación resulta especialmente interesante ahora, cuando el ministro se ha consolidado en el último puesto de popularidad entre los ministros y ha hecho mutis por el foro. Se encuentra desaparecido, en la sombra.
Al menos, esa es la impresión que yo tengo.
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