¿Qué está pasando en Cataluña?

El PP ha tenido que cerrar su sede en la ciudad de Figueres (Girona), debido a las continuas pintadas de que era objeto. La delegada del gobierno en la provincia, en declaraciones públicas ha restado importancia al hecho. No soy del PP y me siento profundamente catalán, pero me avergüenzo de que en mi tierra pasen estas cosas. Como el acoso y el ninguneo al que también se somete este partido por parte de los otros que integran el gobierno tripartito. Parece que se le niega hasta el pan y la sal; y a sus militantes se les trata como si estuvieran apestados o no fueran catalanes. Prácticamente resulta imposible que un político o militante popular pueda dar una conferencia en una universidad catalana; y cuando alguno lo intenta es abucheado e increpado de forma inmisericorde por los "cachorros" del nacionalismo exacerbado. Y lo más indignante es que estas cosas ocurran ante la falta de solidaridad, cuando no el consentimiento, de otros partidos que se denominan democráticos, y a veces ante la indiferencia de parte de la ciudadanía. No todo el terrorismo se manifiesta de forma sangrienta o es de baja intensidad como la kaleborroca; existe también un terrorismo psicológico como el que se da en ciertos ambientes de Cataluña.