El relevo de Rajoy, largo me lo fiáis
Dos periódicos nacionales, El País y El Mundo, coincidieron este domingo de Resurrección en publicar varios artículos aludiendo a la sucesión de Mariano Rajoy al frente del Partido Popular.
Los dos coincidían sustancialmente en varios puntos: que parece una necesidad para el propio PP, que parte del partido lo está pidiendo, que la oposición lo da por hecho, que hay varios candidatos con opciones… pero que será preciso esperar acontecimientos.
Es un tema interesante, sin duda, para tratar en días sin ruedas de prensa, sin informes de la UCO que echarse a la boca o sin altercados en las carreteras de Cataluña, que también los kale borroka de los Comités de Defensa de la República necesitan descansar un poco. Pero a mi juicio, se trata de un pedaleo en el vacío.
Es muy pronto para abrir este melón. De aquí a un año, este asunto no será abordado en ningún foro relevante. Ni en la cabeza de Rajoy, ni en los conciliábulos internos de Génova 13. Primero habrá que afrontar las elecciones municipales y autonómicas y ese toro hay que lidiarlo en unión y armonía. Nada de distracciones sucesorias.
Después, pasado ese trago, habrá que valorar en qué fase estamos en algunos temas de cierta entidad: Cataluña, Presupuestos, Economía, estado de la oposición, juicios sobre corrupción, etc.
Un año, en estos tiempos que vivimos, es una eternidad. Les pongo un ejemplo. Quién nos iba a decir a nosotros, hace justo doce meses, que en Cataluña iba a regir hoy el artículo 155 de la Constitución. Si a mi me lo hubieran preguntado, habría negado rotundamente esa posibilidad.
Era impensable. Casi, como sacar los tanques a la calle. Parecía inasumible. Suponía atravesar una frontera que dejaría –pensábamos algunos- duras secuelas en quien tomara esa decisión.
Pues no. Como se ha visto, depende de las circunstancias. Ahora, prácticamente nadie –salvo los afectados y el propio PNV (y estos, por la cuenta que les trae)- se rasga las vestiduras ante esta decisión. Ha caído por su propio peso. Se ha interiorizado que era de justicia.
Por esto digo que hablar hoy, a estas alturas del partido, de la sucesión de Rajoy es aventurado. Largo me lo fiáis, que decía don Juan Tenorio.
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